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sábado, 7 de mayo de 2011

Cuidados de los arboles frutales

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines

Cuidados que deben de tener los árboles frutales 





Es común observar en la geografía española la presencia de muchos arboles frutales. Pero esta especie no sólo se hace presente en las zonas dedicadas al cultivo, sino que por su gran valor ornamental, principalmente cuando florecen o obtienen los frutos, es habitual encontrarlos en los parques públicos o en los jardines privados.

Además de su belleza, los frutales tienen la característica de ofrecer sombra, madera y de ser soporte para diversas plantas trepadoras. Por otro lado, son muy prácticos desde el punto de vista alimenticio porque, a diferencia de los vegetales, producen durante muchos años. Por otra parte, la fruta es un elemento esencial para una alimentación sana, ya que son fuente de minerales y vitaminas, además de grasas, aceites y proteínas en algunos casos. Asimismo, hay que destacar la posibilidad de obtener diferente fruta durante todo el año, consiguiendo una correcta combinación de árboles que den sus frutos alternativamente.

 
Consejos para la plantación.- El lugar más favorable para plantar un árbol frutal es el nivel medio y superior del huerto, siempre en una ubicación donde reciba luz solar directa. También hay que tener en cuenta que, para la mayoría de los frutales, el suelo excesivamente húmedo es perjudicial por lo que, cuando se da esta circunstancia, se hace necesario cavar un canal de desagüe, excepto en el cultivo del banano.

En cuanto a la siembra hay que tener en cuenta una serie de factores para conseguir un establecimiento rápido y seguro. En primer lugar, es necesario que las raíces reciban luz solar directa, para evitar la deshidratación del frutal. Para ello, hay que cavar un hoyo lo suficientemente hondo y colocar en él abundante fertilizante. Mientras se sostiene el árbol, convenientemente erguido para plantarlo, hay que tapar el hoyo con tierra mezclada con fertilizante o abono.

Por último, a la hora de plantar varios árboles frutales, hay que tener presente el espacio necesario entre ellos con el fin de que su desarrollo sea óptimo. Este espacio dependerá del tipo de frutal y de si los árboles anteriormente plantados son adultos. Así, por ejemplo, algunos tipos de cítricos requieren un espacio de al menos 1,5 metros entre ellos. Cuando se hace un cultivo intercalado, de distintos tipos de frutales, hay que aumentar la distancia entre ellos.

Cuidados para el crecimiento

Los árboles recién plantados crecerán con más rapidez si no están expuestos a vientos fuertes, capaces de arrancar las flores de éste, o a la sal marina. Para completar un correcto crecimiento es muy eficaz realizar las podas necesarias. Así es beneficioso podar las ramas que se encuentran muy cercanas entre ellas y entorpecen el crecimiento y el paso de la luz solar y el agua necesaria para la fructificación.

 
Por otro lado, es muy importante la fertilización, sobre todo en las primeras fases de crecimiento. Los fertilizantes se deben aplicar antes de la floración y cuando el fruto se encuentra medio maduro, pero nunca después de la floración. Asimismo conviene aplicar abonos o materia orgánica debajo del árbol.

En lo que al riego se refiere, hay que tener presente que los frutales jóvenes son más sensibles a la sequía y deben ser regados diariamente especialmente en las épocas más secas del año. Además hay que tener extremo cuidado con las plagas y enfermedades que pueden afectar al crecimiento de los frutales, para lo que es necesario practicar una correcta higiene agrícola plantando árboles que se encuentren sanos y removiendo los árboles frecuentemente para que caigan los frutos infectados. También es muy útil eliminar las ramas muertas del frutal, para evitar plagas y enfermedades.

Los frutales más conocidos.- En España, uno de los árboles frutales más conocido y cultivado, sobre todo en las regiones del Levante español, es el naranjo. Su fruto, la naranja, se divide en dos clases principales, la amarga y la dulce. El árbol de la naranja amarga, el naranjo amargo, es más alto que el que produce fruta dulce y sus frutas se distinguen por producir un zumo agrio, por lo que no se suelen consumir al natural, sino que se emplean para realizar compotas. Por el contrario, la naranja dulce es jugosa y su sabor suave hace de ella una de las frutas más consumidas.

El manzano es el árbol frutal más presente de los climas fríos y templados ya que produce frutos durante todo el año. Existen, en la actualidad, 7.000 variedades de manzanas, de las cuales la más conocida es la 'Golden Delious'.

Por su parte, el melocotón, una fruta muy frágil que no se conserva más de dos semanas, posee una pulpa tierna y jugosa. El limonero, de tronco liso, ramaje irregular y ramas espinosas, produce un fruto de pulpa amarilla ácida y muy jugosa. Hay otro gran número de árboles frutales comunes en nuestra geografía, como el mandarino, el ciruelo o el membrillo.


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