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viernes, 14 de octubre de 2011

Acalifa – Acalypha. Familia Euforbiáceas

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines

Acalifa, características, formas de cultivo y reproducción



La Acalifa es originaria desde las regiones tropicales del sureste asiático hasta las islas del Pacífico, la acalifa es un arbusto de colores vivos y de rápido acrecentamiento. Durante su período de crecimiento (desde el inicio de la primavera hasta finales de verano) se vuelve una gran planta de carácter matoso; algunas especies, como la Acalypha hispida, se cultivan por sus flores, reunidas en inflorescencias espectaculares, largas y pendientes; otras, por la belleza de su follaje. Las condiciones que requieren para crecer bien son elevadas temperaturas y un alto grado de humedad. En el caso de la Acalypha wilkesiana, para obtener una bonita coloración en las hojas es necesario exponerla a plena luz, evitando, no obstante, la insolación directa.

Cultivo

Las condiciones indispensable y vitales para la acalifa son un riego regular y un alto grado de humedad; si éstas no se cumplen, la planta pierde las hojas, se deshidrata y puede incluso morir; en otoño, el riego se reduce de manera que tan sólo se mantenga húmedo el mantillo. Hay que ir con cuidado con la temperatura nocturna, que no debería ser inferior a 15º C. la luz también desempeña un papel importante: si es insuficiente, las plantas languidecen, no producen flores y pierden gran parte de su color. El trasplante de la planta adulta se realiza en primavera y verano en tiestos que contengan un buen sustrato, si es posible, ácido; si las plantas son demasiado grandes, hay que sacar una capa de 5 cm. de la superficie del mantillo y sustituirla por un sustrato fresco. Las acalifas deben ser abonadas cada 15 – 20 días: utilice un buen fertilizante con elementos nutritivos equilibrados. En otoño y en invierno corte las inflorescencias marchitas y, si la planta es muy grande, escamonde los nuevos brotes por la mitad.

Reproducción

Las acalifas se reproducen por medio de esquejes de 12 – 15 cm.; al cortarlos, hay que tener cuidado en dejar pegado un trocito de corteza y de leño de la rama portante. Plante el esqueje en un sustrato arenoso a 26º C de temperatura y garantícele sombra, humedad ambiente y humedad del terreno. Los meses más adecuados son enero y febrero. Los esquejes de la Acalypha hispida florecerán un año más tarde.

Peligros y precauciones

Las acalifas no son plantas de cultivo simple y dan pocos motivos de preocupación cuando se les asegura una temperatura invernal moderada y una relativa humedad. Si las hojas comienzan a caer, quiere decir que el ambiente es muy seco y es necesario proporcionar más humedad. Los peores enemigos de estas plantas son los ácaros, que aparecen en ambientes muy secos: si se les deja actuar, echarán a perder completamente el aspecto de la planta, ya que tejen pequeñas telarañas en los brotes nuevos e infestan las caras inferiores de las hojas. Trate las hojas con un acaricida específico y pulverice las plantas con agua cuando los días sean particularmente cálidos.

Especies

Originaria de Nueva Guinea, la Acalypha hispida, o “cola de zorro roja”, tiene brillantes hojas verdes, de hasta 20 cm. de longitud, ovales, ligeramente tomentosas y dentadas. Presenta cientos de florecillas de color escarlata o rojo oscuro que cuelgan en largas inflorescencias compactas (amentos); para estimular a la planta para que produzca más flores es necesario cortarlas cuando empiezan a perder el color. También existen otras variedades con inflorescencias verdes o color crema. La Acalypha hoffmannii, a diferencia de las demás especies, tiene hojas delgadas, que parecen hilos de hierba, de color rojo verdoso. La Acalypha wilkesiana tiene unas manchas grises. Algunas variedades también presentan hojas verdes, blancas, color crema, naranjas o rojas.




Fuente: El gran libro de las Plantas de Interior
Editorial Geo Planeta

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