El primer paso al planificar el jardín, ya sea una jungla gigantesca o un bonito diseño que sólo necesita pequeños ajustes, es anotar lo que quiere hacer. Dedique tiempo a visualizar el jardín de sus sueños. ¿Incluye arriates y bordes de camino llenos de flores de colores, una zona de actividades para los niños, un lugar para reunirse con los amigos y la familia o, quizás, una mezcla de los tres?
También, deberá pensar en cuestiones prácticas: dónde colocar los cubos para la basura, si necesitará un cobertizo, cuánto espacio necesita para la mesa del jardín, etc. Tome nota de todo ello para que no se le olvide cuando haga el proyecto definitivo.
UN JARDÍN PARA TODO EL MUNDO
Si hay algún bebé en casa, lo mejor es colocar los bordes en la parte trasera de la casa y la zona de juegos en la delantera, donde pueda echarle un ojo. Los niños más mayores prefieren esconderse de la vigilancia de los adultos y serán felices si pueden estar a su aire en un extremo del jardín.
No olvide, además, que los niños revoltosos no congenian con las flores de bordes, por lo que sería buena idea levantar algún tipo de protección, como una pérgola, un enrejado o un seto que evite que los balones perdidos dañen las plantas.
Los perros juguetones que recorren el jardín dando brincos no se detendrán por un arriate de flores. En este caso, puede que sea buena idea concentrar las plantas en la periferia del jardín. Unas terrazas elevadas o unos bordillos resistentes de madera o piedra también ayudarán a evitar que las mascotas utilicen el jardín como su área recreativa.
Además de tener en cuenta a la familia y a las mascotas, deberá pensar en sus propias necesidades. Decida el lugar del jardín donde es más probable que se siente. Muchas casas tienen un patio o una terraza junto a la casa pero, a lo mejor, encuentra una zona protegida más adecuada porque recibe el sol del atardecer, ideal para tomar algo por la tarde. Llene este lugar de flores de colores y olores agradables para disfrutarlo de cerca cuando se siente en su jardín. Estas plantas también atraen a los insectos y a los pájaros, siendo una vibrante fuente de entretenimiento.
La vista desde el fregadero
Una de las vistas más importantes es la que tendrá desde la ventana de la cocina. Piense en el paisaje que le gustaría ver cuando esté ante el fregadero. También, puede atraer la vida salvaje con un pequeño estanque pero asegúrese de que los laterales sean inclinados para que los animales puedan salir sin problema si se caen al agua.
También deberá tener en cuenta la vista más allá del jardín. Si tiene ante sí un lago, el mar o el campo, funda ese paisaje con el de su jardín. Por otro lado, si lo que tiene a su alrededor son las casas de los vecinos, levante alguna barrero o una pérgola techada que ofrezcan intimidad.
Un viaje de aventuras
Proyecte unos interesantes pasillos para su jardín para que las visitas vean el diseño y las plantas desde distintos ángulos. En los jardines pequeños, las líneas diagonales dan lugar a pasillos más largos que van de un lado a otro y hacen que el jardín parezca más grande. Los caminos serpenteantes producen el mismo efecto.
Para un jardín grande se pueden utilizar caminos en diagonal, con forma de S, o caminos rectos que cortan el espacio. Los caminos con forma de cruz son eficaces para un jardín espacioso o en uno pequeño y cuadrado donde los bordes pueden utilizarse para rellenar los huecos entre pasillos.
El estilo y la estructura
Piense en el estilo que desea para su jardín. Visite distintos jardines para inspirarse. Tome notas y haga fotos para recordar más tarde lo que más le gustó.
El estilo elegido afectará al tamaño, la forma y la ubicación de los arriates y los bordes, así como al cambio drástico en el paisaje. Merece la pena crear una estructura básica para que el jardín siga teniendo un aspecto interesante durante los aburridos meses de invierno. Piense en plantar un árbol y en delimitar y estructurar el espacio con arriates o bordes.
Si lo que busca es un aspecto informal, utilice líneas fluidas y arriates, y bordes ovales o arriñonados. Evite las líneas ondulantes que, a menudo, le dan un aspecto desordenado, sobre todo, cuando las plantas ocultan los bordes.
Para crear un estilo ordenado y tradicional, utilice formas geométricas para el césped y el patio. Establezca un diseño original y fresco, cambiando la organización de manera cuidadosamente estructurada con un diseño simétrico.
Un espectáculo durante todo el año
Preste especial atención a todo aquello que pueda verse desde la casa y asegúrese de que la escena sea bonita incluso en invierno.
Los árboles y los arbustos perennes le proporcionan al jardín su estructura durante el invierno y sirven para ocultar las vistas desagradables. Combínelos con plantas perennes con atractivas infrutescencias que conserven su forma en invierno, como sedum, achileas y echinops. Aunque su aspecto invernal no sea brillante y colorido, sus formas son interesantes y evitan que los bordes parezcan planos y sin vida. Las plantas perennes también proporcionan un maravilloso espectáculo durante las mañanas con heladas y atraen a los pájaros que acuden al jardín para alimentarse de las semillas y los insectos que hibernan en el interior de las vainas vacías.
La hierba es de un valioso interés en los jardines de otoño e invierno. Las espigas florales secas de alguna de ellas, como Stipa gigantea y las molinias, resisten bien entrando el otoño, mientras que miscanthus y calamagrostis permanecen hasta la primavera.
No deje de visitar distintos jardines y centros de jardinería, según vayan avanzando las estaciones para ver qué plantas están en flor. Utilice las que más le gusten para el diseño de su jardín, comprobando primero que son adecuadas para el suelo y la localidad. También, debe anotar la altura y envergadura que alcanzan; esto ayudará a decidir dónde plantarlas.
Trabajar un jardín ya existente
Si se acaba de mudar, dedique un año a observar el jardín para ver qué plantas salen y cómo se comportan. Elimine las que no le gusten o las que no prosperan y haga una lista de todas las que le gustaría incorporar.
Saque los bulbos en cuanto las hojas empiecen a ponerse marrones y divida las perennes resistentes en otoño o en primavera. La hierba es mejor dejarla hasta la primavera antes de quitarla.
Hacer un plano
Reúna todas sus notas e ideas y haga un boceto del jardín en un papel. Fotocopie el boceto o coloque papel calco encima. Dibuje árboles, patios, caminos arriates y bordes realizando varios modelos hasta quedar contento con uno de ellos. Si solamente quiere hacerse una ligera idea, no hace falta que el boceto sea demasiado minucioso pero, para uno más detallado, dibuje un plano a escala sobre un papel milimetrado. Utilice una escala de 1:100 para un diseño de tamaño medio a grande o una escala de 1:50 o 1:20 para un pequeño jardín de patio trasero.
ELEGIR UN PATRÓN DE COLORES
Las flores y las plantas nos ofrecen una excepcional paleta de colores que sería la envidia de cualquier artista. La sutileza de tonos y matices, potenciada por las diferentes texturas de las hojas y los pétalos, crean una amplia gama de colores. Pero no olvidemos que las plantas no son la única fuente de color en un jardín: también hay que tener en cuenta las vallas, las paredes, el pavimento y los recipientes.
Para algunos, la enorme disponibilidad de colores en el jardín es una excelente oportunidad de diseño pero, para otros, elegir el patrón de colores puede resultar poco menos que desmoralizante. Los diseñadores de jardines aplican muchas teorías diferentes sobre los colores pero ante el temor de que nuestro jardín termine siendo una locura de tonos discordantes o una paleta de colores apagados, la rueda de colores puede ser muy útil como guía.
PLANEAR LOS ARRIATES Y LOS BORDES
Siendo rigurosos, un borde es un lecho de plantas que discurre a lo largo de una línea, aunque tradicionalmente se utilizaban para delimitar una zona de césped o un parterre. Sin embargo, los arriates son informales y se utilizan a menudo como punto central de un césped o un jardín de grava. Los arriates se han utilizado desde hace siglos para cultivar verduras, hierbas y flores, y siguen siendo una solución práctica para los huertos, ya que las plantas reciben sol todo el día por todos los lados.
Bordes herbáceos típicos
Los verdaderos bordes herbáceos consisten exclusivamente en plantas herbáceas perennes y están diseñados para lucir desde el comienzo de la primavera hasta el otoño. Su popularidad empezó a cuajar a principios del siglo XX, cuando Gertrude Jekyll los convirtió en la estrella de la jardinería.
Bordes y arriates mixtos
A diferencia de un borde herbáceo, uno mixto consiste en diferentes tipos de plantas. Aunque las perennes siguen jugando un papel fundamental, están asistidas por arbustos y rosas, y también pueden influir flores anuales.
Si el borde está protegido por una pared o enrejado, la altura del despliegue floral puede completarse con unas plantas trepadoras a modo de telón de fondo.
Un borde mixto ofrece flores en verano y una estructura también en invierno. Sin embargo, tiene sus inconvenientes, ya que las plantas leñosas poseen raíces gruesas que roban el agua a las perennes. Además, a medida que crecen los arbustos, proyectan su sombra sobre las plantas más pequeñas.
Plantas anuales
Los bordes de plantas anuales pueden darnos mucho trabajo pero ofrecen un gran espectáculo todo el verano. Dado que muchas de ellas florecen a lo largo de un extenso período, el efecto final puede ser mucho más impresionante que el de un borde herbáceo.
El problema es que una vez terminado el espectáculo en otoño, el arriate o borde queda vacío durante los meses siguientes.
Fuente: La jardinería paso a paso
Editorial: THE ROYAL HORTICULTURAL SOCIETY
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