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martes, 3 de enero de 2012

LAS PALMERAS YA TIENEN REMEDIO. HALLADA SOLUCIÓN PARA ERRADICAR EL PICUDO ROJO

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines


Reportaje sobre una investigación realizada sobre la enfermedad de las Palmeras, el picudo rojo





E. DE GEA




Una investigación desarrollada en los últimos cuatro años puede ser la solución a la plaga del picudo rojo que acaba con miles de palmeras cada año, más de 15.000 en la Comunitat Valenciana, y amenaza al palmeral histórico de Elche. El resultado de ensayos y pruebas de campo y laboratorio realizados por una científica de la Universidad de Alicante (UA) concluyen que, con el tratamiento "muy efectivo" se mata el 70% de las larvas y el 100% de pupas y adultos, explica la autora de la investigación, Berenice Güerri Agulló. "Es la solución para el picudo" señala la científica que desarrolló el trabajo de investigación, en el marco de una tesis doctoral aprobada recientemente en la UA y cuyo método de aplicación será puesta en el mercado en breve por la empresa Glen Biotech.





El tratamiento a las palmeras gira alrededor de un aislado del hongo entomopatógeno denominado Beauveria bassiana. Por lo tanto, es un método que trata la plaga mediante un control biológico y natural a través de esta clase de hongo, que se come al insecto, no es tóxico para los humanos ni para la fauna relacionada con los palmerales; es decir, un producto sostenible.




Según Berenice Güerri, se ha encontrado en el campo el remedio para combatir y acabar con el picudo, para lo cual hasta ahora, sólo se aplicaban productos fitosanitarios. "Se experimentó con algo que ya estaba en la naturaleza, se buscó un producto natural y se comprobó la efectividad de este aislado de hongo", señala la investigadora.





El segundo paso, "tras obtener resultados excelentes", fue buscar un vehículo para aplicarlo "donde no está en estado natural" es decir, en la parte superior de la palmera, en las hojas, por donde penetra el picudo, sin que perdiera su eficacia. Para ello se determinó un sistema consistente en un sustrato vegetal con aditivos.





Tras una serie de pruebas la investigación evalúa su alta eficacia contra los diferentes estados de la plaga y se ha comprobado su alta persistencia. "Los valores añadidos que se han encontrado en el tipo de producto logrado, hacen que el control del picudo rojo sea una realidad cercana, sobre todo una realidad sostenible", señala la investigadora.




La tesis doctoral sobre la que se basa el próximo tratamiento se titula "Control biológico del picudo rojo de las palmeras". Esta tecnología descrita en la tesis estará en el mercado "lo más rápido posible" para su empleo. Entre sus particularidades destaca que tiene la misma eficacia durante todo el año y no necesita agua para su aplicación ni maquinaria especializada. Al no necesitar agua evita que otros hongos proliferen y maten a la planta. Güerri apunta que "este nivel de especificidad no lo encuentras en los químicos".




Apunta que con el producto formulado a base del hongo se ha comprobado, que es capaz de matar al insecto "al menos tres meses después de su aplicación".

La tesis doctoral ha contado con la colaboración de la Universidad de Almería, de la Generalitat Valenciana y se circunscribe dentro de los proyectos de estímulo a la transferencia de resultados de investigación (PETRI) del Ministerio de Ciencia e Innovación. Ha sido codirigida por Luis Vicente López Llorca, director del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio "Ramón Margalef", por Pablo Barranco Vega, de la Universidad de Almería, y por Leticia Asensio, quien tenía experiencia previa en el control biológico de la plaga de palmácea conocida como la cochinilla roja. Los resultados de la tesis doctoral serán publicados próximamente la Revista The Florida Entomologist.




Fuente: http://www.diarioinformacion.com



lunes, 2 de enero de 2012

PLANTAS TAPIZANTES

ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines


PLANTAS TAPIZANTES



Cubrir el suelo con un denso tapiz de plantas floridas o de follaje es una técnica de plantado reciente, diseñada primordialmente para reducir la tarea de la eliminación de maleza entre las plantas ornamentales. Muchas tapizantes también son decorativas por derecho propio, agregando tanto manchas bonitas de color y texturas contrastantes como unificando las zonas entre plantas más grandes y otros elementos del jardín.

Una vez establecidas, las tapizantes ahogarán a la mayoría de plantones de malezas que intentan crecer bajo su bóveda quitándoles la luz, además de entrar en competencia por agua y nutrientes. En terrenos incultos, éste es frecuentemente un proceso natural; se lo puede imitar en el jardín para la creación de esquemas de plantación integrados y bonitos, que requieren muy pocos cuidados posteriores.

Selección de tapizantes

Elija plantas atractivas y vigorosas, que cubrirán con rapidez el espacio correspondiente con un desarrollo denso y tupido, sin volverse demasiado invasoras. Tendrían que ser perennes, ya sea permaneciendo por encima del nivel del suelo a lo largo de todo el año – ofreciendo un aspecto ‘siempreverde’ – o bien volviendo a surgir y desarrollándose con rapidez en primavera. Las anuales y bienales no son adecuadas, salvo como relleno estacional mientras el tapizante se establece. De modo similar, las plantas no resistentes – que pueden ser buenas tapizantes en condiciones libres de heladas – sólo tienen un valor temporal en climas fríos.

Las tapizantes deben elegirse adecuadas a su ubicación: mojada o seca, sombreada o soleada. Deben ser fáciles de mantener, requiriendo sólo un podado y alimentado anual. Elija plantas a largo plazo que se mantengan sanas durante cinco a diez años o más. Finalmente, busque especies, cultivares y formas que proporcionarán un follaje de hábito interesante y atractivo, además de flores y frutos.

Ventajas y usos de las tapizantes

Además de reducir la necesidad de eliminar la maleza, la tapizante reduce la evaporación de los suelos expuestos y de drenado libre. Una plantación tupida de siempreverdes resistentes a las sequías, como Cistus x corbariensis o C. x skcanbergii, de flores rosadas, y también la mayoría de los cultivares de romero (Rosmarinus) y lavanda (Lavandula), sombrearán el suelo y lo mantendrán fresco, mientras que sus hojas, al descomponerse lentamente, servirán de ‘mulch’.

Los terraplenes inclinados – sujetos a la erosión del viento y la lluvia – pueden plantarse con tapizantes como Juniperus squamata ‘Blue Carpet’, Cotoneaster dammeri o Hypericum calycinum. Su hábito bajo y extendido, follaje siempreverde, y chupones vigorosos y acodos arraigados, se combinan para formar un tapizado estable que previene la erosión.

En jardines abiertos, las tapizantes arbustivas simpreverdes sirven como demarcadores de límites de poca altura. También atrapan basura arrastrada por el viento debajo de las ramas, que puede quitarse fácilmente utilizando un rastrillo.

En un jardín con fauna silvestre, el tapizante sirve para atraer abejas y mariposas: la mariposa azul común desova sobre el tapiz de follaje – bajo y tupido – de Lotus corniculatus ‘Plenus’; y los tomillos reptantes de poca altura, como Thymus praecox y sus cultivares, atraen a las abejas.

Combinación de plantas

Las tapizantes de varios colores, texturas y formas pueden combinarse para constituir elementos del jardín por derecho propio o proporcionar un lazo de unión atractivo entre elementos de un diseño.





Contrafondo para bulbos

Un tapiz bajo de plantas es un excelente contrafondo de bajo mantenimiento para bulbos y, a diferencia de las hierbas, no necesitará un segado al marchitarse el follaje de los bulbos. Vinca minor ‘Atropurpurea’, de hojas verdes oscuro y flores púrpura, ofrece un contraste soberbio para unos narcisos blancos, como Narcissus ‘Portrush’ o ‘Thalia’.

De un modo similar, Lysimachia nummularia ‘Aurea’ ofrece un buen realce para los azafranes, como el blanco ‘Snow Bunting’ o el cobrizo y amarillo ‘Zwanenburg Bronze’.









Alfombra tapizante

Se puede crear un efecto <<patchwork>> combinando plantas tapizantes bajas de diferentes colores y tamaños de hojas. Las hojas largas y lustrosas de Ajuga reptans ‘Atropurpurea’ son realzadas por las opacas, en forma de corazón, de Tiarella cordifolia.

En primavera, ambas contrastan bellamente con la roja Epimedium x rubrum. Cuide de no plantar las de desarrollo lento y hojas pequeñas cerca de especies vigorosas de hojas grandes, que podrían ahogarlas.

Colores en rincones

Las tapizantes que prosperan en la sombra permanente resultan útiles para avivar los rincones oscuros: contraste hojas invernales rojo intenso, audaces y brillantes de Bergenia ‘Ballawley’ con las de textura rugosa y bordes cremosos de Symphytum x uplandicum ‘Variegatum’. Se puede proporcionar un contraste ulterior a través de las hojas pequeñas verde oscuras y estriadas de oro de Euonymus fortunei ‘Gold Spot’.

Una bóveda inferior

Las tapizantes no siempre son de desarrollo bajo; muchos de los arbustos más elevados suprimen malezas a sus pies con eficacia. Los arbustos resultan particularmente útiles, ofreciendo un recubrimiento de mediana altura, o como bóveda inferior debajo de los árboles. Cotoneaster conspicuus, de bayas escarlata brillante, Prunus laurocerasus  ‘Otto Luyken’, de hojas lustrosas verde oscuro, y también  Fatsia japonica ‘Variegata’, de hojas profundamente lobuladas bordeadas de blanco, cubren el suelo adecuadamente y ofrecen interés, incluso en invierno.


Plantación

Preparar el suelo concienzudamente resulta esencial; antes de plantar, el suelo debe estar libre de malezas, especialmente de aquellas reptantes y perennes que después resultarán difíciles de erradicar del tapizado tupido establecido. Esto se logra eliminando la maleza a mano o por medios químicos, o utilizando un <<mulch>> de sábana.

Existen diversas maneras de plantar una tapizante para asegurar un recubrimiento rápido: plante a las distancias recomendadas para la especie o cultivar, según el caso, y cubra el suelo con un <<mulch>> ligero; plante a las distancias recomendadas, a través de un <<mulch>> consistente en una sábana resistente a las malezas de plástico negro; o plante más densamente de lo acostumbrado para proporcionar un recubrimiento más rápido.

Para la mayoría de las plantas, el espaciado aconsejable es justo por debajo de la extensión aproximada de un ejemplar maduro.

Para calcular el número de plantas necesarias, mida el terreno y después divida por la extensión total de la planta elegida. Un área de 8 metros cuadrados, plantada con bergenias separadas por 60 cm, requeriría alrededor de 30 plantas.

La elección del método dependerá del tipo y costo de las plantas, el clima y las condiciones del suelo, y cuánto tiempo esté dispuesto a esperar el resultado final. Las plantas de crecimiento rápido – y en condiciones favorables y adecuadamente separadas – cubrirán en general en un espacio de dos a tres años.

El crecimiento se ve afectado por muchos factores variables, pero si las plantas están espaciadas a dos tercios de la distancia normal, deberían unirse en 18 meses o dos años.

Por supuesto que se requieren más plantas, pero algunas pueden aumentarse introduciendo esquejes en sus ubicaciones definitivas, a poca distancia entre sí.



Fuente: Enciclopedia de la Jardinería
The Royal Horticultural Society