ARTE Y JARDINERIA Diseño de jardines
Jardines Zen secos y Jardines de piedras
LOS
JARDINES KARE-SANSUI O ZEN
El
jardín Zen tiene forma rectangular, carece de color, de adornos. Está formado
de fina gravilla rastrillada y algunas rocas. Es monocolor como la pintura
japonesa del SUMI-E en blanco y negro. En el jardín Zen se trata de algo
similar. Quien lo contempla con el ojo interior, percibe la esencia de la
realidad: una superficie rastrillada de una manera regular, sin forma
determinada, infinita, ilimitada como el mar. De lo ilimitado, sin forma ni
color, surgen, cual islas, algunas rocas, un grupo armónico de tres piedras,
por ejemplo, de diferentes tamaños. Al dejarse impregnar por el conjunto, la
paz y el silencio toman posesión de quien lo contempla.
Los
jardines zen se llaman kare-sansui. Son jardines sin vegetación en los que el
paisaje se representa únicamente con ayuda de rocas, grava o arena. "Sekei
tei"(jardín de piedras). Estos jardines están básicamente construidos por
piedras y grava o arena que es “peinada” formando surcos.
En
los jardines de arena y piedra (o jardín seco como también se puede traducir
"kare sansui") la austeridad y sobriedad de los materiales utilizados
contrasta notablemente con la prodigiosa y delicada riqueza y elegancia del
resultado.
En
los jardines de arena y piedra (o jardín seco como también se puede traducir
"kare sansui") la austeridad y sobriedad de los materiales utilizados
contrasta notablemente con la prodigiosa y delicada riqueza y elegancia del
resultado.
KARE – SANSUI
La
estética de los jardines japoneses no responde a patrones prefijados sino que
brota espontáneamente de la fusión armónica entre el orden azaroso de la
naturaleza y la conciencia despierta de una visión no dualista en la que lo
sagrado y lo profano, la materia y el espíritu.
Los
kare-sansui son la expresión de un esteticismo exquisito. La disposición
simbólica de arena, grava y piedras se realizó con planos proyectados por
artistas y maestros zen.
El
kare-sansui "tomaba prestado" el paisaje natural más allá del muro de
delimitación y encerraba toda su extensión en una superficie pequeña, reproduciendo
solo lo esencial.
Jardín
moderno realizado de acuerdo a las reglas tradicionales. En este jardín se
alternan la arena y la piedra con almohadas de musgo proporcionando a la
impresión de conjunto algo más de suavidad.
Historia de los jardines Zen
El
nacimiento del "Jardín Zen" vino dado por la necesidad de crear un espacio
que fuese utilizado como una ayuda para la meditación. Durante este período,
las parcelas de tierra fueron más pequeñas y sus estanques diseñados a una
escala menor. Es por ello, que para inducir la sensación de grandes ambientes
en espacios más pequeños se requirió representar el paisaje natural mediante la
combinación monocromática de todos sus elementos. Como resultado nació el
jardín Zen tipo "escenario," el cual fue más sofisticado con la
incorporación de intrincadas líneas costeras en las orillas de sus estanques y
mediante el uso de rocas en varias formas.
Luego,
durante el período Muromachi (1392-1573) el Zen se popularizó entre los Samurai
como una disciplina necesaria para realizar la acción correcta en momentos
difíciles. El jardín Zen tipo "paisaje seco" (kare-sansui), realizado
con roca y arena en estrechos espacios ubicados frente a los cuartos de
meditación, comenzó a aparecer en los templos. Sin el uso del agua, la arena y
las rocas simularon su presencia en forma de ríos o ambientes oceánicos.
Al
analizar sus fundamentos encontramos que en el jardín japonés, se expresa
espiritualidad, en el sentido de que en él no hay riqueza material, sino la
riqueza de cosas simples y austeras. Los elementos son sólo objetos naturales y
sin valor que mediante su perfecta colocación hacen que el jardín se convierta
en una obra para la contemplación. También el jardín fue considerado como una
miniaturización del cosmos, en donde una roca se convertía en montaña, una
simulación de agua en océano, y un lote de musgo en bosque. Los jardines de
piedra son los que mejor expresan este concepto de la miniaturización, en donde
la interpretación de las escenas reducidas recaía en el usuario, quien mediante
el uso de la abstracción mental participaba dentro de este microcosmos, llegando
así a extraer la esencia de su contenido.
Los
jardines Zen son una composición natural para el relax y la meditación, cuyos
orígenes se remontan tras la llegada del Budismo Zen a Japón.
Hay
varios tipos de jardines y de elementos, pero nos basaremos en el jardín tipo
"paisaje seco" (kare-sansui), realizado con rocas y arena. Sin el uso
de agua, la arena y las rocas simulan su presencia en forma de ríos o ambientes
oceánicos.
Elementos de un jardín sin flores
Arena.
Neutraliza los malos pensamientos, las actitudes y emociones negativas, creando
un ambiente de tranquilidad y serenidad. Un espacio de arena perfectamente
alisado representa la inmensidad del mar. Los surcos pueden simbolizar los
diferentes caminos que emprendemos en la vida.
Piedras.
Representan los obstáculos o las experiencias de la vida. Las que son
irregulares y asimétricas contienen una mayor carga de energía. En la filosofía
Zen nada pasa por casualidad y todo tiene una causa y un efecto. En un plano
físico, representan las montañas.
Cristales de cuarzo.
Pueden recibir, almacenar y transmitir energías positivas y generan armonía. Su
transparencia está relacionada con valores como la sencillez, la humildad y la
modestia.
Conchas o caracoles.
Nos ponen en contacto con el mar y nos recuerdan su presencia. Representan la
tranquilidad y la paz que se percibe ante la presencia de un mar en calma y el
rumor constante de sus aguas.
Velas.
Ayudan en muchos procesos de meditación creando ambientes que propician el
relajamiento. Sirven para iluminar el jardín con una luz sedante y natural.
Dentro del jardín pueden colocarse pequeñas velas redondas y aromáticas. Si son
alargadas es más conveniente situarlas fuera de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario