ARTE Y JARDINERIA Diseño de jardines
Interesante artículo sobre como emplear los arbustos en Diseño de Jardines
Al realizar el diseño del jardín, los
arbustos son un elemento esencial del mobiliario. Proporcionan una
estructura permanente y atractivo estacional. También, pueden delimitar zonas
del jardín y ocultar elementos menos decorativos, como cubos de basura o montones
de compost, así como el jardín de los vecinos.
Los
arbustos son muy versátiles, ya sea el jardín grande o pequeño. Abarcan desde
las plantas enanas, adecuadas para la parte delantera de una parcela, hasta los
ejemplares grandes que alcanzan un par de metros de altura y anchura, ideales
como pantallas o como telón de fondo.
Estilos de plantación
Para
un diseño moderno o minimalista, se puede plantar una sola variedad o dos que
contrasten, como el perenne Viburnum
davidii, con sus pequeñas flores blancas y sus bayas de color azul acero,
emparejando con el aligustre dorado recortado Ligustrum ‘Vicary’. Para una disposición más tradicional, se puede
utilizar una mayor variedad de plantas que le den más diversidad e interés.
Algunos
arbustos, como Viburnum plicatum ‘Mariesii’,
con sus hileras de ramas horizontales, pueden aprovecharse como punto focal o
como elemento central de un césped o jardín de grava.
Bonito todo el año
Para
crear un bonito borde con arbustos, debemos incluir plantas que florezcan en
distintas épocas del año. Si el punto débil del jardín es el invierno y el
comienzo de la primavera, debemos elegir plantas que florezcan en ese momento.
Una planta ideal para la parte delantera de un borde es el brezo de floración
invernal, Erica carnea, que tolera
bien los suelos alcalinos.
El
avellano sacacorchos (Corylus avellana ‘Contorta’)
posee unos troncos retorcidos y salvajes, y el
cornejo (Cornus) ilumina los jardines de invierno con sus coloridos troncos. El cornejo se poda al final del invierno para estimular el nacimiento de muchos nuevos troncos. Se pueden incluir ejemplares perennes con hojas de distintas formas y texturas y diferentes tonos de verde, para aumentar el contraste. Un follaje satinado, como el de las hojas de acebo o las estrechas y de color verde oscuro de Prunus laurocerasus ‘Otto Luyken’, ayudan a reflejar la luz del sol. Las hojas variegadas también iluminan lo que les rodea. El tapiz de suelos Euonymus fortunei ‘Emerald Gaiety’ y Elaeagnus ‘Quicksilver’ añade una nota de color a la parte delantera de una plantación
cornejo (Cornus) ilumina los jardines de invierno con sus coloridos troncos. El cornejo se poda al final del invierno para estimular el nacimiento de muchos nuevos troncos. Se pueden incluir ejemplares perennes con hojas de distintas formas y texturas y diferentes tonos de verde, para aumentar el contraste. Un follaje satinado, como el de las hojas de acebo o las estrechas y de color verde oscuro de Prunus laurocerasus ‘Otto Luyken’, ayudan a reflejar la luz del sol. Las hojas variegadas también iluminan lo que les rodea. El tapiz de suelos Euonymus fortunei ‘Emerald Gaiety’ y Elaeagnus ‘Quicksilver’ añade una nota de color a la parte delantera de una plantación
Primavera y verano
Las
flores amarillas de forsitia y la grosella de flores rosas (Ribes sanguineum) dan la salida a la
primavera, junto con las magnolias. En suelos ácidos, se puede probar con los
coloridos rododendros, azaleas, pieris y kalmia para un precioso despliegue de
primavera.
Entre
los arbustos que florecen a finales de la primavera y principios del verano, se
incluyen berberis o agracejos, lilas (Syringa)
y osmanthus; mientras que los más pequeños, incluyendo las rosas de rocas o Cistus, potentillas, espireas, hebes y
penstemon, rellenan la parte delantera de los bordes o se mezclan con plantas
perennes. Para darle colorido al verano, se pueden plantar buddlejas,
hortensias, escalonias, fucsias e hipéricos. El brezo, de floración en verano,
también ofrece su espectáculo en esta época del año, siempre que el suelo sea
ácido. En los lugares de mucho calor, se puede plantar lavanda, caryopteris y
salvia rusa (Perovskia).
Otoño
Es
el momento de prestarle atención a los colores de las hojas y los frutos. El
mejor color se consigue cuando el verano es seguido de un golpe de frío. Los
colores también son más brillantes si a las plantas les da el sol. Las plantas
ideales de otoño incluyen el arce japonés, cotoneaster y azaleas, cornejos y el
árbol de las pelucas (Cotinus).
En
otoño, los pájaros devoran enseguida sus frutos y bayas. Para ampliar el
interés de la estación, se pueden combinar arbustos populares con otros cuyos
frutos sean menos silvestres (Malus),
los cotoneaster de bayas amarillas y las rosas.
Fuente: La jardinería paso a paso
The Royal Horticultural Society
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