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martes, 16 de abril de 2013

Cactus. Ejemplo de sencillez y hermosura

ARTE Y JARDINERIA Diseño de Jardines

Todo sobre los cactus



Los cactus no necesitan mucho espacio para vivir y, por regla general, son fáciles de cuidar. Sus resplandecientes flores suelen aparecer, casi siempre, de forma inesperada. Para que puedan desarrollar toda su magnifica presencia es necesario elegir cuidadosamente su emplazamiento y tener ya en consideración, al adquirirlos, algunos aspectos importantes.

Qué son los cactus?

Figuran entre las criatura más singulares y caprichosas del reino vegetal. Son capaces de sobrevivir en regiones desérticas y rocosas secas.
 ·       Son un grupo taxonómico con categoría de familia dentro del orden de las cactales, clase dicotiledóneas. La familia puede estar representada por arbustos y hierbas suculentas, sus hojas reducidas se han transformado en espinas, para adaptarse a las zonas secas. Tallos verdes, aplanados, esféricos o columnares tienen función de hojas.
·       Flores grandes, vistosas y actinomorfas, con numerosas piezas que forman el perianto.
·       Almacenan hasta un 95 % del agua en su tallo y raíces. Las plantas con unos órganos tan gruesos y carnosos, reciben también el nombre de Suculentas.

·       Las hojas se han transformado en espinas para no perder agua.
·       Gracias a la forma esférica o columnar que adoptan, consiguen mantener una superficie de evaporación reducida.
·       La fotosíntesis se ha desplazado de las hojas a la piel exterior verde (epidermis) del tallo, recubierta por una película muy resistente (cutícula). Pueden aparecer recubiertas por una capa de cera para evitar la evaporación.
·       Costillas, areolas, hojuelas, espinas, pelos y lanas protegen, gracias a su sombra, de la intensa radiación solar y de la evaporación de agua.
·       Las condiciones de vida de los lugares en que crecen han contribuido a crear una gran diversidad de formas, desde aquellas cuyo tamaño no es superior al de un botón hasta aquellas otras que superan la estatura de un hombre. Pero su estructura biológica es idéntica.
·       La familia de las Cactáceas se divide en unas 200 especies que describe unas 12000 variedades, de las que se estima que sólo 3000 poseen una justificación botánica.

Su patria

Algunos cactus, como los Nopales u Opuntias (higuera chumba o Chumbera), pueden encontrarse en Europa meridional, África y Australia, donde crecen de forma silvestre, pero su origen está en América. Su evolución empezó hace 50 millones de años y fueron adaptándose a las condiciones de dicho continente, poblando hoy un territorio que abarca desde el Peace River canadiense hasta la Patagonia, en Sudamérica; están aclimatados a las zonas costeras, a los Andes, a 5000 m. de altura, o a los desiertos de EE.UU., México, Perú y Chile.

Historia

Colón no sólo descubrió América, uno de sus primeros descubrimientos fue el cactus, un Melocactus (Cactus Melón) que aparece descrito en informes del año 1535, y un boticario inglés mostró en 1570 un Melocactus como una rareza botánica.

Diversidad de formas

En los cactus es muy grande la variabilidad de formas y colores de sus flores. Sin embargo, en la gama de flores faltan las tonalidades azuladas, aunque en su lugar aparecen todos los matices posibles de blancos, verde – amarillentos, amarillos, naranjas, rosas, rojos y violetas. El cuerpo del cactus puede crecer en formas muy diferentes, e incluso puede ser muy variable la forma de sus espinas: rectas, curvadas, lingüiformes, ganchudas, como arponcillos o en forma de pluma. Con cierta frecuencia, el tallo y las espinas poseen colores muy diferentes, pero siguen siendo muy atractivos incluso una vez finalizada su época de floración.

La situación correcta

Los cactus viven a pleno sol, y prefieren ocupar un lugar donde reciban el máximo de luz solar.

Un lugar ideal son las ventanas orientadas hacia el Sur; en las orientadas al Este y Oeste crecen los que no necesitan tanto sol, mientras que en las ventanas al Norte sólo crecen las epifitas, como los híbridos de Schlumbergera. La posición óptima corresponde a una ventana donde las plantas reciban luz desde la parte superior y lateralmente. Pero hay especies exigentes que sólo pueden crecer y vivir en las ventanas soleadas.

Muchos cactus pueden estar al aire libre en verano, en la terraza o el balcón, siempre y cuando estén protegidos de la lluvia.

Cactus en macetas colgantes

Apropiadas para las macetas cerca de una ventana son las epifitas, como los Híbridos de Schlumbergera, los Cactus coral (Rhipsalis), con sus largas ramificaciones colgantes, algunos Cactus epifilos (Epiphyllum), las variedades de Discocactus, y el Marniera chrysocardium, de gigantescas flores; todos prefieren en invierno un lugar cálido y algo húmedo, soportando las condiciones de luz que ofrecen las ventanas orientadas hacia el Este y Oeste, e incluso, hacia el Norte. Entre las especies no epifitas está el Cactus serpiente (Aporocactus), apropiado para macetas colgantes, así como el Cleistocactus winteri (antes Hildewintera aureispina). Estos requieren una ventana soleada.

Cactus en macetas

Los Echinopsis, de gran tamaño de la tribu Cereas, incluyendo las antiguas especies Trichocereus, Ferocactus, Opuntia, Echinocactus, y los Híbridos de Epiphyllum (Epifilos), de tallos aplanados y bordes mellados, se pueden cultivar en macetas, junto a  los grandes ventanales, o en el jardín de invierno. Estos recipientes deben colocarse de forma que ni los niños ni los animales domésticos tengan posibilidad de averiguar lo dolorosas que son sus espinas.

Al llegar la primavera, después de las últimas heladas, las macetas pueden colocarse al aire libre en un lugar protegido por la lluvia. Para evitar que la lluvia pudiese mojarlos, es conveniente construir un tejadillo. Las plantas han de acostumbrarse paulatinamente al sol. Es conveniente colocarlas en un lugar algo umbroso, desplazando luego la maceta, unas 2 – 4 semanas más tarde, hacia un lugar soleado o bien proporcionarle a la planta un poco de sombra. En la coloración rojiza de su epidermis se detecta si la planta ya no desea tanto sol. Para estas macetas se utilizará un sustrato bien drenado, de grano grueso, siendo recomendable una mezcla con gravilla de piedra pómez u otro material poroso, procurando que la capa de drenaje del fondo tenga varios centímetros de grueso a efectos de evitar que el agua se encharque. En la capa superior del sustrato, debidamente dosificado, se mezclará un fertilizante de larga duración. No colocar el recipiente sobre un platillo, con el fin de garantizar la perfecta eliminación del agua. Debido al gran volumen del sustrato, el riego debe efectuarse con precaución, esperando cada vez a que la tierra del recipiente haya absorbido el agua y quede relativamente seca.

Los cactus plantados en grandes macetas invernarán en un lugar seco, claro y fresco. Si invernan en estancias oscuras, es conveniente que el sustrato esté completamente seco.

La posición correcta

Los cactus con delgados vástagos pendulares desarrollan un aspecto muy atractivo en recipientes colgantes de bellas formas. Permiten preciosas combinaciones con otras cactáceas colocados sobre el alféizar de la ventana, contribuyendo de esta forma a aprovechar al máximo el espacio disponible.

¿Donde comprarlos?

Pueden adquirirse en comercios de jardinería, floristerías, grandes almacenes. Allí nos asesorarán sobre las condiciones de cultivo y cuidados que cada especie requiere. No se recomienda la compra de los ejemplares que hayan permanecido en un rincón oscuro de la tienda, al no tener luz han perdido su “vitalidad”; su color es verde pálido, y las extremidades  de los brotes terminan en punta y se han debilitado. Si los cuidados posteriores son adecuados, el cactus se hará robusto, pero seguirán siendo visibles sus anteriores taras.

La salud de los cactus

La oferta es permanente todo el año, pero su aspecto varía:

·       Tienen época de reposo al final del otoño y en invierno, entonces son incoloros, sin brillo, y se encogen más o menos según la especie. Es conveniente que su epidermis no muestre un color verde oscuro acuoso ni manchas de color pardo. El tallo debe ser resistente al tacto. Ni en las costillas ni en la extremidad superior deben aparecer mechones de lana blanca, ni manchas negruzcas causadas por una micosis. Si los cuidados recibidos han sido inadecuados, su tallo aparecerá hinchado, con una superficie brillante, o incluso con vástagos de color verde claro. En este caso es preferible desistir de la compra.

·       Durante la estación calurosa, el cuerpo de los cactus se habrá llenado, mostrando capullos e incluso flores. La epidermis aparecerá tersa y, según la especie, de un color verde intenso. La extremidad de los vástagos muestra un brote recién salido con unas espinas de color claro. Si en estas zona o debajo existen unas manchas secas, grises o pardo amarillentas (no deberán confundirse con la formación de corcho al pie de la planta), se recomienda precaución. Esto indica que la planta ha sido atacada por las arañas rojas, muy difíciles de combatir.

Nuestro consejo: un cactus en floración no tiene porqué estar sano. Muchas veces florece a pesar de la pérdida o putrefacción de sus raíces. ¡Estos cactus han de contemplarse con ojos críticos! 

La edad de los cactus

Hay cactus que pueden ser multicentenarios. Otros, en cambio, sólo poseen una esperanza de vida de unos 110 años. Por otra parte, un cactus Carnegiea, de unos 190 años de edad, sólo alcanzará un tamaño de 10 cm., mientras el Cardón, un cactus columnar del género Cereus, podrá alcanzar una altura de 2 o 3 metros. Estas plantas resultan caras; pero el tamaño dependerá del gusto y del bolsillo.




Fuente: Cactus, así serán más hermosos
Franz Becherer
Editorial Everest

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