ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines
Como diseñar un jardín a la sombra y sacarle mayor provecho
Las
plantas trepadoras son ideales para crear sombras en el lugar de ocio del
jardín o la terraza. Adosadas a una pérgola incluso pueden cubrir el lugar
desde arriba, mientras que los arbustos o los árboles deben ser
considerablemente altos para detener el sol del mediodía, o de lo contrario
deben estar plantados cerca del lugar al que deban dar sombra.
‘El
árbol de la casa’, que suele señorear el jardín con su impresionante altura y
amplia copa, brinda igualmente zonas apacibles donde colocar un banco o unos
asientos. No obstante, dadas las actuales dimensiones de los jardines, casi
siempre hay que descartar este tipo de árboles, por lo que es más conveniente
prestar atención a aquellos que no vayan a acaparar la mitad del espacio al
cabo de diez o quince años. Los árboles pequeños con una amplia y elevada copa
son los más adecuados. Algunos de los arbustos citados más abajo requieren una
poda de forma o de clareado si son jóvenes, ya que de otro modo ramifican desde
la parte inferior.
Los
arbustos perennes apenas se emplean para estos fines; si se quiere disfrutar
del sol primaveral y estival en un lugar concreto del jardín, habría que optar
por árboles y arbustos de vegetación y de brote tardío.
Esta
misma indicación puede aplicarse al jardín invernal, donde los árboles pródigos
en sombras pueden servir de protección ante el calor estival sin necesidad de
recurrir a costosas estructuras.
En
este caso, pueden emplearse algunos de los árboles de hoja caduca, sobre todo aquellos
con la copa en forma de esfera u ovoidal, que se plantan a pocos metros de
distancia en dirección sur.
Pequeños ‘árboles de casa’
Las
especies y variedades de arces enanos (Acer
ginnala, variedades de A. negundo, A.
platanoides ‘Globosum’), Amelanchier
lamarckii, especies de magnolio (Magnolia
kobus, M. x soulangiana), manzanos y cerezos ornamentales (géneros Malus y Prunus) así como otros frutales,
zumaque de Virginia (Rhus typhina),
falsa acacia de bola (Robinia
pseudoacacia ‘Umbraculifera’), pequeños serbales enanos (Sorbus americana, S. serótina, S. aucuparia ‘Fastigiata’).
La sombra es necesaria
Las
‘plantas que generan sombras’ ejercen una influencia más duradera sobre el
entorno que las marquesinas, sombrillas y otros artilugios semejantes, de manera
que los casos mencionados nos dan sobrada prueba de la conveniencia de plantar
este tipo de plantas. Incluso si al principio hay que dedicarles cierto
esfuerzo, es fácil que este mundo tan especial le robe a uno el corazón, y le
incite a crear más espacios umbríos.
Por
último, hay plantas de jardín muy apreciadas que prefieren o necesitan las
sombras, como los rododendros, las variedades de arce (Acer palmatum), las astilbe y algunas campánulas o prímulas. Muchas y espléndidas
plantas umbrías viven además extraordinariamente bien cerca del estanque del
jardín o de pequeños riachuelos.
En
otro orden de cosas, habría que mencionar un elemento que debe colocarse en un
lugar semiumbrío o de sombras moderadas: el almiar para el compost. El sol no
es aconsejable para la turba, de modo que, en caso de duda, puede elegirse incluso
un lugar completamente sombrío, donde ciertamente la transformación de la
hojarasca en compost será más lenta. Pero atención, pues los arbustos situados
en su entorno directo pueden aprovecharse de esta fuente de nutrientes y
proyectar más sombras de las deseadas.
Fuente: Como diseñar y
crear
EL JARDÍN DE SOMBRA
Joachim Mayer
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