ARTE Y JARDINERÍA Diseño de Jardines
Diseño de un Jardin acuatico
Un
elemento acuático resulta muy atrayente en cualquier diseño de un jardín, ya sea un estanque
formal agraciado por nenúfares y el resplandor brillante de las carpas doradas,
un arroyuelo rodeado de helechos o una charca sencilla reflejando la silueta
escultural de un grupo de lirios; hay un estilo adecuado a cada emplazamiento.
Hasta el jardín de atrio más pequeño y silencioso puede adquirir vida a través
del murmullo del agua en movimiento y los reflejos danzantes de luz.
La
creación de un jardín acuático proporciona hábitats para una gama específica de
plantas, además de atraer a una gran cantidad de fauna, que puede comprender
tritones, ranas, sapos, libélulas e incluso pájaros acuáticos. El agua puede
ser calmante o excitante: el agua quieta se valora por sus propiedades
reflectantes y su tranquilidad, mientras que aquella en movimiento – ya sea como
fuente clásica o como impetuosa cascada – agrega un sonido delicioso y una
vitalidad dinámica al jardín.
Diseño de un jardín acuático
A
diferencia de cualquier otro elemento del jardín, el agua aporta un dibujo
siempre cambiante de reflejos, sonidos y movimiento de particular encanto.
Incluso helada, la superficie ofrece contrastes de color y textura. Un estanque
es un elemento acuático popular, pero hay otros: una cascada, una fuente o una
corriente.
Un
elemento acuático en un jardín permite el cultivo de muchas plantas que no
prosperan en otras condiciones, desde el ‘mordisco de rana’ (Hydrocharis morsus – ranae) flotante y
el jacinto de agua (Eichhornia crassipes)
hasta las prímulas candelabro del jardín de pantano.
Al
decidir qué tipo de elemento acuático crear, tenga en cuenta el tamaño y estilo
del jardín. Si es grande e informal, una corriente sinuosa puede resultar
efectiva, mientras que en un jardín ciudadano cerrado, una fuente en relieve
puede ser adecuada.
Se
puede incluir el agua en un jardín infantil en forma de una atractiva ‘fuente
de burbujas’, en la que el agua salpica por encima de piedras y circula sin
alcanzar profundidad.
EMPLAZAMIENTO DE UN ESTANQUE
Aproveche
la característica reflectante del agua emplazando u estanque en el que se
refleje un elemento llamativo, tal vez una planta individual o una estatua.
Colocar
una superficie reflectante en el sitio elegido le ayudará a tener una idea de
los reflejos que se verán de día y al atardecer; observe desde vistas
principales, visibles desde la casa y el patio.
Una
ubicación abierta y soleada, lejos de árboles inclinados sobre ella,
proporcionará las mejores condiciones en que poder cultivar la mayoría de las
plantas acuáticas.
Si
piensa emplazar un estanque en un terreno mojado, propenso a estar anegado,
controle que no exista peligro de lixiviación de residuos de fertilizantes o
pesticidas dentro del agua desde huertos o campos de cultivo adyacentes. Estas sustancias
siempre son adversas a la vida en el estanque. Dirija desbordamientos
potenciales hacia un sistema de drenado adecuado. Los terrenos con un nivel
freático alto pueden causar problemas porque, en períodos muy lluviosos, la
presión del agua inferior puede llegar a deformar el revestimiento del
estanque.
No
lo emplace en un hueco propenso a las heladas ni en un sitio muy expuesto, ya
que ello restringiría la gama de plantas cultivables y éstas podrían necesitar protección
invernal.
Estanques informales
En
un jardín informal, un estanque hundido natural puede lucir su mejor aspecto. En
general es de forma irregular y curva, bordeado de materiales naturales, como
césped o piedras, para relacionarlo con el jardín. La superficie es sólo una
parte del esquema total: la inclusión de plantas ribereñas y amantes de la
humedad alrededor del estanque – para suavizar u ocultar el contorno por
completo – ayudará a crear un efecto frondoso y refrescante.
Estanques formales
Contrastando
con el efecto natural de uno informal, un estanque formal constituye un
elemento mucho más audaz. Puede ser en relieve o hundido y, en general, es de
diseño geométrico y regular. Generalmente, el espacio dedicado a la plantación
es menor que en uno informal, aunque las plantas de flores y hojas flotantes
(p. ej. Los lirios acuáticos) a menudo están incluidas; las plantas
esculturales, como ciertos helechos, proporcionan reflejos atractivos,
cultivados al borde del estanque. Una fuente o un chorro de agua, complementando
el estilo del estanque, puede constituir un agregado ornamental atractivo.
Lejos
de quedar disimulado, el borde es un elemento importante: puede consistir en un
pavimentado atractivo o, si se trata de un estanque en relieve, puede ser lo
bastante ancho para conformar un asiento; este tipo de diseño resulta muy
adecuado para los ancianos o los minusválidos.
En
muchos casos, los estanques formales están emplazados para formar un centro de
atención llamativo, por ejemplo en el cruce principal de senderos o donde
pueden ser observados desde las ventanas o terraza de la casa.
Fuentes
El
estilo y tamaño de la fuente debe considerarse dentro del contexto del estanque
y el diseño del jardín. Además de servir como centro de atención en jardines
formales, una fuente también resulta inestimable para agregar altura a un
diseño y aportar sonido, movimiento y reflejos de luz. Además, son
especialmente atractivas iluminadas por las noches.
Una
fuente de burbujas o de cantos rodados, en las que el agua burbujea sobre
piedras hasta un pequeño depósito subterráneo, tiene un aspecto más informal
que una fuente estándar y resulta ideal en un jardín frecuentado por niños.
Además
de ser ornamentales, las fuentes tienen una función práctica: el salpicado
oxigena el agua y ello es beneficioso para los peces. Sin embargo, dado que la
mayoría de las plantas acuáticas no prosperan en aguas removidas, no cultive
cerca de una fuente.
Surtidores
Mientras
que una fuente o cascada puede resultar demasiado grande en jardines promedio,
un surtidor proporciona todo el placer del agua corriente en una escala lo
bastante pequeña para el más diminuto de los jardines o jardines de invierno. Existen
muchos estilos, desde la clásica cabeza de león o gárgola en lo alto de un estanque
hasta la sencillez de una caña de bambú oriental, goteando agua sobre piedras.
En
general, los surtidores están fijados a un muro, y tienen una bomba y tuberías
similares a los utilizados para una corriente de agua; la bomba hace circular
el agua desde un estanque o depósito en la parte trasera del surtidor hasta
salir por la ‘boca’.
Arroyos, corrientes de agua y
cascadas
Pocos
jardines poseen un arroyo o corriente de agua naturales, pero es posible crear
una corriente circulante, que se derrame dentro de un estanque o depósito
subterráneo. La creación de una corriente o una cascada es una buena y
atractiva manera de aprovechar los cambios de nivel del jardín. Puede servir,
en este sentido, para relacionar partes del jardín, además de ofrecer aspectos
interesantes entre los distintos niveles.
En
un jardín informal, una corriente de agua puede adquirir un aspecto más natural
bordeada de rocas o piedras y plantas amantes de la humedad, como helechos y
lirios.
Las
ornamentales de hojas grandes, como Rheum
palmatum, son especialmente valiosas para corrientes construidas a partir
de un revestimiento o unidades prefabricadas, ya que ayudan a disimular los
bordes.
Zonas de pantano y fauna
En
un diseño naturalista e informal, un jardín de pantano constituye un elemento
atractivo y poco convencional. Generalmente ubicados al lado de estanques, los
jardines de pantano proporcionan una transición natural y gradual entre plantas
acuáticas y aquellas amantes de la humedad, además de unas condiciones ideales
para la fauna.
Fuente: Enciclopedia de
Jardinería
The Royal Horticultural
Society
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