ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES
Césped. Fitosanitarios y Medioambiente
Fitosanitarios
Consideraremos en principio que el uso de los insecticidas, fungicidas y herbicidas fundamentalmente estarán condicionados a la funcionalidad de la zona encespada y a la calidad que deseemos conseguir en la misma. Teniendo como estandarte una premisa: preservar el medio ambiente. El césped, como elemento componente de las zonas verdes en nuestras ciudades ofrecen sin duda, y como ya hemos visto, una serie de beneficios. Beneficios que potenciaremos o en su caso respetaremos con un correcto diseño, construcción y mantenimiento.
Hemos comentado una práctica en el mantenimiento de las zonas cespitosas, la fertilización, que junto al uso de fitosanitarios y el riego constituyen, entre otras, las actuaciones o labores culturales más representativas que deben tener un respaldo técnico que avale su correcta aplicación, para que el usuario de estos medios alcance en el césped el grado de calidad deseado y sin que por ello afecte de forma negativa al medio ambiente.
Es poco frecuente realizar tratamientos en céspedes ubicados en zonas que no exigen tener una calidad media-alta, aunque ello estará influenciado, en cierta medida, por el acierto que en la elección de las especies para estas zonas hayamos tenido o por el manejo específico que el césped reciba durante todo el año.
Es más usual el empleo de estos agroquímicos en espacios que
requieren una alta calidad, caso este de las cubiertas en parques públicos, jardines privados o, especialmente, en las superficies destinadas a la práctica de algún deporte como pueden ser el golf, fútbol, rugby, etc. Ya que estos últimos exigen alcanzar unos determinados parámetros cualitativos en la superficie de juego, que necesitan en cierta medida el empleo de fitosanitarios. Por ello, y por la ejecución de otras labores, estas áreas encespadas, especialmente en los greenes de los campos de golf, se convierten en las que más intensidad cultural en su manejo soportan, comparadas con otros cultivos agrícolas convencionales, requiriendo conjuntamente el uso de estrategias de mantenimiento intensivo para el control de plagas y enfermedades.
Aunque la mayoría de los productos plaguicidas comercializados en nuestro país son empleados en cultivos agrícolas convencionales y sólo una pequeña parte son usados en céspedes, especialmente en campos de golf y campos de fútbol, vamos a interesarnos para que el empleo de estos medios en estas superficies sea lo más racional posible y con ello afecte mínimamente al medioambiente. (En algunos países los departamentos oficiales competentes han requerido que algunas zonas con gran superficie cespitosa e intensivo mantenimiento realicen un programa monitor medioambiental para la utilización de varios productos químicos, incluyendo los productos fitosanitarios).
En principio debemos considerar la posibilidad de reducir el consumo de fitosanitarios o plaguicidas en la medida que podamos. En todo caso es importante que contemplemos la existencia de técnicas de aplicación que consigan una optimización de los tratamientos, empleando a la vez productos con bajo impacto ambiental o biológicos. Así y con igual fin, contemplaremos ciertas estrategias de prevención y lucha en las que podemos incluir una serie de labores culturales, selección de las especies resistentes, uso de fitosanitarios orgánicos e incluso controles biológicos entre otras.
En el caso que tengamos que aplicar los fitosanitarios debemos contemplar una serie de procesos relacionado con los mismos:
– Solubilización en agua.
– Retención por la materia orgánica y mineral.
– Degradación por los microorganismos de suelo
– Degradación química y fotodescomposición.
– Volatización y evaporación.
Intentaremos también reducir el potencial por contaminación conociendo entre otras las siguientes observaciones:
– Prestar especial atención en zonas que tienen una alta probabilidad por lavados, es decir zonas con alto contenido en arena y baja proporción de materia orgánica, zonas que posean un césped poco poblado o recién instalado, o zonas que reciban excesivos riegos o con un inadecuado sistema de riego.
– Seleccionar técnicamente el producto más adecuado y usarlo con precaución.
– Conocer las condiciones que puedan favorecer los lavados del producto, como pueden ser períodos de lluvias fuertes o excesivos riegos, y no dejar de usar el producto más apropiado realizando un correcto diagnóstico y una eficaz aplicación.
de la zona estarán influenciados por la composición del producto en sí y por unas variables entre las que destacamos la temperatura, aportes de agua y clase de suelo.
Sería conveniente que al aplicar los fitosanitarios conociéramos el potencial que existe de que en ese lugar se produzca una contaminación de aguas subterráneas o superficiales. Por ello conviene conocer los factores que pueden contribuir a ese potencial de contaminación, y conocer las características del producto y los valores indicadores de su poder contaminante.
Factores como alta solubilidad del producto, baja absorción por el
suelo, persistencia, baja volatilidad, etc., pueden orientarnos sobre el peligro de contaminación que puede existir al realizar la aplicación. La composición del suelo, como puede ser su granolumetría y su contenido en materia orgánica son parámetros imprescindibles a tener en cuenta. El sistema de aplicación y la estrategia de mantenimiento deben ser adaptadas, estudiados y controlados para reducir o evitar de igual modo la posible contaminación.
En general el lavado del producto es controlado por dos factores principalmente.
El primero considera los resultados de ciertas investigaciones
sobre lavado y volatización de algunos fitosanitarios y el segundo a la propiedades químicas del producto. Ya que algunas materias activas se adsorben fuertemente al suelo, otros no lo hacen o lo hacen muy poco.
El segundo factor importante está determinado por el potencial lavado del producto o el tiempo que permanece en el suelo; de este modo el término de vida media es frecuentemente usado para describir la persistencia del fitosanitario medido en días o semanas.
El césped, como sistema, tiene un alto nivel de actividad microbiana que combinado con la materia orgánica que éste produce proporciona un medio que reduce las posibilidades de contaminación por fitosanitarios.
Un césped denso, fuerte y sano reduce el riesgo de lavados por fitosanitarios, más que cualquier otro cultivo, teniendo siempre en cuenta la zona en cuestión. Aunque los céspedes que no son densos pueden ser propensos a un lavado del fitosanitario, teniendo también en cuenta otras condiciones, tales como movilidad del producto aplicado y el movimiento del agua a través del suelo.
Muchos productos, entre ellos los organofosforados son fuertemente absorbidos en la capa de colchón o thatch y degradados microbiologicamente.
En algunos casos sólo una pequeña porción se llega a detectar en el
agua que ha percolado.
Los céspedes, comparado con otros cultivos agrícolas convencionales, son un excelente sistema para reducir lavados por pesticidas y fertilizantes. Sin embargo, en los casos que son intensamente manejados puede suceder que hasta el mejor sistema pueda no ser efectivo o tener pobres resultados si es inadecuadamente usado.
El responsable del mantenimiento de las zonas cespitosas, especialmente cuando se trate de una gran superficie en régimen de explotación, estará suficientemente cualificado, ya que será él quien marcará todas las directrices para que el césped alcance esa deseada calidad. Por ello el técnico especialista, al manejar una serie de conceptos con la finalidad, en este caso, de utilizar racionalmente los fitosanitarios, debe poseer una base agronómica
que interrelacione todas las actuaciones que intervienen o pueden
intervenir en la estructura del mantenimiento de estas zonas cespitosas.
En muchas ocasiones no serán suficientes las recomendaciones que puedan recoger de cualquier medio o de cualquier persona. Tenemos que considerar que se deben manejar conceptos muy técnicos y situaciones cambiantes que pueden afectar de cualquier forma a los planteamientos que tengamos programados, que están dentro de la estrategia del mantenimiento, y con ello afectar, entre otras, a las aplicaciones de los fitosanitarios en el césped.
Es aconsejable llevar a cabo un seguimiento continuo que consiga el objetivo deseado, es decir mantener el césped con una calidad determinada, y no afectar negativamente al medioambiente.
Fuente: Manejo de céspedes con bajo mantenimiento en agua.
Consejería de Agricultura y pesca de la Junta de Andalucía.
Rafael J. Monje Jiménez.
Cuanta información no es fácil cuidar del cesped , mi jardín solo esta bonito en los meses de verano pero en estos meses también vienen unas mariposas negras que ponen huevos y cuando nacen los gusanos sobre septiembre se comen todo el cesped me lo dejan seco , por ello tengo que utilizar un producto para acabar con ellos pero aun asi son muy resistentes .
ResponderEliminarBesos !!!