ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES
Plantas que habitan en los claros del bosque
Penetrar en un claro de un bosque significa abandonar la sombra
de los árboles grandes y el humus forestal, para llegar a un prado con una
vegetación un poco distinta de la que tapiza el sotobosque. Aquí, han
desaparecido los jacintos o anémonas, para dejar paso a las gramíneas y hierbas
de pleno sol, pues las condiciones de vida de las plantas ya no son las mismas
que tenían en el macizo.
Una
población variada
Aprovechando el claro, las flores salen y aportan
una nota de color al alfombrado verde que tejen las gramíneas. Cada una
encuentra su razón de ser: una, porque crece en suelos ácidos o calcáreos;
otra, por la proximidad de una bolsa de agua; una tercera, porque prefiere un
montículo más seco; y una cuarta, porque busca la sombra. Por el lugar que
ocupan en el espacio, adivinamos las condiciones ambientales específicas del
claro.
Los
claros, un medio artificial
Un claro forestal puede ser natural, pero no es
frecuente; la mayoría de las veces, se trata de un medio artificial que el
hombre ha generado para disponer de superficies de hierba. Desde ese momento,
sus condiciones medioambientales son distintas: claridad, por supuesto, pero
también humedad y diferente tipo de suelo.
Una
agrupación original
Sin embargo, su vegetación no es la misma que la de
la tala, que supone un choque en la vida del bosque; en este caso, el bosque
pasa repentinamente de la sombra a la luz, y la capa de agua sube a la
superficie, por falta de árboles que la bombeen. Por su parte, el claro vive a
lo largo del tiempo: desde hace muchos años, quizá siglos, la hierba permanece
baja como consecuencia del mantenimiento o del pastoreo de los animales,
ciervos y corzos. Es un medio estable, donde las únicas variaciones vienen
determinadas por el tipo de suelo o la proximidad del agua. Las laderas también
forman parte de este medio, pero sus condiciones son diferentes: semisombra
permanente y mayor grado de frescor.
Plantas
de luz
Galio y cola de caballo son dos plantas que pasan
desapercibidas: la primera, puede llegar a ser grande, pero permanece cas
siempre a ras de suelo; la segunda, no llega a los 50 cm. En común sólo poseen
su cualidad humilde y el papel desempeñado en la vida rural. No tienen
parentesco alguno: el gallo es una planta de flores, joven, su origen se
remonta a algunos millones de años; la cola de caballo es de la familia de los
helechos y su origen se remonta a la era primaria, hace cientos de millones de
años.
Galio Común
Gallium mollugo
Dónde:
Europa, excepto Escandinavia. Sol y semisombra, suelos preferentemente ácidos y
frescos.
Perfil:
puede alcanzar más de 1 m de altura (tallo primero tumbado, se alza con el
tiempo). Tallo de 4 ángulos muy marcados y abultados en los verticilos. Se
hibrida fácilmente con el galio amarillo (Galium
verum), que es más medicinal.
Floración:
final de primavera.
Propiedades medicinales
El galio seco huele a miel. Contiene restos de
comarina, taninos y un colorante (de la familia de las rubiáceas, procede del
latín y significa “rojo”). Es aconsejable para la epilepsia por sus propiedades
antiinflamatorias, antiespasmódicas, sudoríficas y diuréticas. Es calmante en
casos de inflamación de los ganglios linfáticos.
En otros tiempos, el galio era apreciado por sus
múltiples utilidades: de la raíz, se extraía una tintura roja para colorear
textiles. Hoy en día, ya no tiene las mismas cualidades y, como se multiplica
con mucha facilidad, por efecto de los brotes que nacen en los tallos
subterráneos, se trata de destruir.
Cola de Caballo
Equisetum arvense
Dónde:
toda Europa. Sol, suelos que retengan el agua, es decir, compactos y húmedos.
Perfil:
vivaz. Tallo subterráneo rastrero y bulboso, punto de arranque de los tallos
aéreos. Tallos fértiles (pequeños, menos de 20 cm), que se marchitan
rápidamente y salen antes que los tallos estériles. Tallos estériles más
delgados y altos, con ramos gruesos (en vez de hojas) que le han valido el
apodo de ‘cola de caballo’. Con frecuencia crece en colonias.
Floración:
sin flores. Los tallos fértiles salen en primavera.
Propiedades medicinales
Los tallos estériles son muy ricos en silicio
asimilable, hierro, calcio, sodio, potasio, taninos y flavonoides. Constituye
un poderoso aporte de minerales: la planta actúa contra todo tipo de pérdidas
óseas de minerales y fracturas. Diurético, se utiliza en casos de enfermedad de
riñones y de vejiga. Si se coge fresca, tiene propiedades hemostáticas contra
el sangrado de nariz. También actúa contra la esclerosis arterial, pues su
sílice llega a las paredes de los vasos sanguíneos.
El tallo de la cola de caballo se endurece
rápidamente. Contiene sílice y, por esta razón, se utilizaba para pulir objetos
de uso. Hoy en día, se la considera planta invasora, de eliminación difícil,
pues es capaz de prosperar en lugares húmedos y sus rizomas, cuando se
fragmentan, pueden reproducirse por esquejes.
Otras plantas de luz: potentilla (Potentilla erecta), agrimonia (Agrimonia eupatoria), serpol, hierba
luna (Thymus serpyllum), brunela
común (Brunella vulgaris).
Fuente: Los caminos de la
naturaleza
Bosques y florestas
Ecoguía para descubrir la
naturaleza
Editorial: Blume
Una pregunta,EQUISETUM GIGANTEUM L.,nombre vulgar,cola de caballo,cola de lagarto,de la familia:EQUISETACEAE, es la misma del articulo.
ResponderEliminarBuenas noches Williama, disculpa la tardanza en contestarte pero ando muy liado.Dentro de la familia Equisetum existen diversas especies y la giganteum es otra variedad. Ésta se da en Sudamérica con la que estarás más familiarizada.
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