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lunes, 5 de agosto de 2013

PLANTAS CARNÍVORAS. Drosophyllum

ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES

Drosophyllum y sus características



Esta planta, típicamente ibérica, tiene unas características muy curiosas y es una eficiente atrapamoscas. Si se cultiva bien (lo cual es difícil) nos lo agradece con un intenso olor a miel y con muchas semillas.


Especies: 1 (Drosophyllum lusitanicum).
Familia: DrosopHyllaceae. Este género fue creado muy recientemente, ya que antes Drosophyllum pertenecía a las Droseraceae.
Distribución: Portugal, Sudoeste de España, Marruecos. Se encuentra en casi toda la costa portuguesa, a ambos lados del Estrecho de Gibraltar y en las zonas costeras del Sudoeste español, excepto en el Golfo de Cádiz. Hay otras dos poblaciones entre Ciudad Real y Córdoba. Crece sobre suelos rocosos y arenosos y en pinares. Por la destrucción de su hábitat, hoy día sólo queda un 20% de la población original.
Tipo planta: Terrestre.
Tamaño: Por lo general no pasa del metro de altura, pero se han dado casos de plantas de más de 1,5 m.

Descripción: Planta semi-arbustiva con un tallo que con los años se hace leñoso. Las hojas son estrechas y alargadas y están cubiertas
por tentáculos y otras glándulas. Los tentáculos segregan gotitas de pegamento y tienen un color rojo en la punta. Curiosamente, las hojas jóvenes están enrolladas hacia fuera. 

Las hojas muertas no son separadas de las plantas, sino que, una vez secas, se quedan colgando del tallo creando un contraste con las hojas más jóvenes de color verde (se piensa que esto puede ser útil para atraer a las presas). Quizás este fenómeno es posible gracias al ambiente más bien seco donde crece la planta, ya que de lo contrario las hojas muertas se pudrirían. La planta despide un intenso y agradable olor a miel. Las flores son amarillas y tienen un diámetro de unos 3 cm. Las raíces son largas y extremadamente sensibles, y permiten que la planta sobreviva a la sequía en verano. Se piensa que la niebla marina puede suministrar agua durante las sequías, aunque esto es poco probable en las poblaciones del interior. Drosophyllum puede vivir más de 5 años.

Tipo trampa: Trampa pegajosa pasiva. Digestión activa.

Funcionamiento: Los insectos voladores son atraídos por el olor a miel que despide la planta y por las relucientes gotas de pegamento. Al posarse sobre las hojas quedan pegados a los tentáculos, que segregan cada vez más pegamento. Las presas mueren ahogadas por el pegamento o simplemente mueren de hambre. Son degradadas por enzimas y los nutrientes absorbidos por las numerosas glándulas sobre las hojas.

Curiosidades: Los parientes más cercanos de Drosophyllum son Drosera, Nepenthes y Triphyophyllum. Con los tres géneros comparte muchas características, aunque en principio pueda parecer que con Nepenthes no guarda ninguna relación.

Drosophyllum ha jugado un papel importante en la investigación del orgánulo celular conocido como Aparato de Golghi, que en Drosophyllum se encarga en parte de la producción de pegamento.

CULTIVO

Generalidades: El cultivo de Drosophyllum es difícil, ya que el riego es complicado y las raíces son muy sensibles. Necesita macetas grandes y profundas y es inapropiado para recipientes cerrados, ya que necesita mucho aire fresco. Donde mejor se cultiva es en el exterior. Evidentemente, será más fácil cultivar a la planta si vives en un clima como el suyo, como se encuentra en la costa sur española.

Temperatura: En verano entre 20 y 40ºC, en invierno alrededor de 10ºC, si bien tolera ligeras heladas.

Luz: Mucha luz directa durante todo el año, sol directo sin
problemas. Drosophyllum necesita mucho aire fresco y se encuentra a gusto al exterior.

Substrato: Debe drenar muy bien y está compuesto por 40% turba rubia pura, 40% arena de cuarzo, 10% corteza de pino troceada y 10% perlita. Imprescindible el uso de macetas muy voluminosas (mín. 20 cm de diámetro) y de material muy poroso como arcilla. Las raíces son extremadamente sensibles, por lo que no se transplantar o sacar de la maceta. Si las raíces fueran afectadas, la planta estaría perdida.

Riego y humedad: El riego correcto es la clave del éxito en el cultivo. El substrato no se puede mojar, pero tampoco secarse por completo. En invierno y primavera mantener el substrato más húmedo que en verano y otoño. Se puede meter la maceta que contiene a la planta (imprescindible que sea de un material poroso) en otra más grande de plástico con una capa de drenaje en el fondo (bolas de arcilla) y rellenando el espacio entre ambas con turba rubia mojada. 

El agujero de drenaje de la maceta de arcilla tendrá que estar tapado. Ahora sólo habrá que asegurarse de mantener la turba (entre las macetas) mojada y de que la planta recibe la suficiente humedad a través de la maceta porosa.
Otro método más sencillo: utilizar una maceta aún más grande (mín. 40 cm de diámetro), rellenar al menos una cuarta parte con bolas de arcilla (drenaje) y el resto con substrato. Ahora se puede regar por estancamiento moderado de vez en cuando. Recuerda: nuca regar por arriba y, ante la duda, es mejor regar demasiado poco que demasiado.
Humedad por encima de 40%.

Descanso: En verano y otoño.

Reproducción: Sólo es posible mediante semillas, producidas en gran cantidad por las plantas. Para que este método sea más efectivo las semillas se pueden "pulir" con un poco de papel de lija o, mejor, tratarlas con hormonas de raíces. A finales de invierno o principios de primavera, se siembran directamente en la maceta definitiva, ya que será imposible transplantar las plantas (por muy pequeñas que sean) posteriormente. Se cubren con unos milímetros de substrato húmedo. Es normal que se pierda a parte de las plantas cuando éstas tengan unos 4 cm, por eso asegúrate de sembrar las suficientes para que sobrevivan algunas.





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