ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES
Consejos para realizar la poda en árboles adultos
Los árboles adultos no precisan una poda regular
similar a la que requieren otras plantas como las trepadoras o los arbustos,
pero no está de más revisarlos periódicamente por muy natural que sea su
hábito. Algunos cultivares, como los de follaje variegado o los árboles
llorones injertados, necesitan que se les preste mayor atención. Compruebe el
buen estado de las ramas de los especímenes más viejos (que son los que menos
se podan). Las mejores épocas para detectar y corregir problemas son mediados
del invierno y finales del verano.
Madera
muerta o enferma
Si piensa podar una parte enferma, tenga en cuenta
el sistema de defensa de la planta. El tejido enfermo de un árbol nunca se
recupera: el ejemplar crea una barrera química que aísla la madera sana de la
enferma. Si la enfermedad no se expande, la zona afectada suele morir por falta
de alimento y desprenderse por sí sola.
Si la madera muerta no se desprende, se pudre y se
llena de hongos con lo que se convierte en un peligro potencial para el resto
del árbol. Si corta la madera sana, el espécimen se ve forzado a invertir mucha
energía en curar una herida cuando, en realidad, ya existía una barrera eficaz.
Elimine casi toda la madera dañada pero no toque la sana (la línea que las
separa se ve fácilmente).
Si piensa que la rama entera está enferma, retírela
como lo haría con una sana. No intente separar la madera muerta de la viva o
romperá la barrera de
protección natural y hará peligrar la salud de todo el
árbol.
Si la enfermedad está en expansión, no aparecerá
ninguna línea de separación entre las zonas afectadas y las sanas. Por lo
tanto, compruebe la superficie del corte para asegurarse de que se trata de
madera sana: es la única manera de saber que ha atajado la propagación de la
infección. Si la superficie presenta síntomas de enfermedad o ha perdido color
es señal de que necesita eliminar más madera.
Árboles
con tocones largos en la copa
La copa de los especímenes viejos se va plagando de
tocones y ramas secas o débiles. Muchas veces la causa se encuentra en un
cambio de contexto, por ejemplo: la construcción de un edificio, la pérdida de
calidad del suelo o del agua. Los árboles pueden adaptarse y sobrevivir durante
años, pero si nota que están decaídos, consulte con un profesional.
Desgarros
en la corteza y en las ramas
Las ramas pueden romperse por causas diversas (las
puede partir un rayo, el peso de la nieve, un animal salvaje o unos vándalos),
pero una vez rotas no se suelen recuperar por mucho que se las coloque de nuevo
en su lugar. Lo mejor es arrancarlas del todo o podarlas hasta una medida más
cómoda y esperar a que nazca un renuevo por debajo de la zona dañada. El tejido
de una corteza rota no puede volver a unirse. Lo mejor es dejar la herida
abierta, alisarla con una navaja de podar y esperar a que se seque. Si el daño
se produce en la base del tronco, el árbol puede llegar a morir. Por lo tanto
resulta vital evitar dañar los árboles al utilizar un cortacésped o cualquiera
de las máquinas que se emplean habitualmente en el jardín.
Brotes
epicórmicos
Los brotes
epicórmicos nacen de yemas latentes que permanecen ocultas en la corteza hasta
que se estimula su desarrollo. Las podas suelen generar este tipo de vástagos
pero algunos árboles tienden a producirlos de forma espontánea. Conviene
arrancarlos con los dedos en cuanto nazcan porque proliferan con gran rapidez y
absorben energía que el árbol podría emplear en otros menesteres. En algunos
casos se pueden conservar los brotes más fuertes y utilizarlos para sustituir
vástagos dañados o podados; en otros, los brotes nacen tan rápido que nunca
llegan a formarse del todo y no llegan a ser ramas robustas.
Renuevos
Los árboles como Populus
tremula (álamo temblón) desarrollan, con frecuencia, vástagos (llamados
renuevos) a partir de sus raíces, mientras que otras especies como Populus nigra (chopo) sólo lo hacen
cuando una raíz está dañada. Los renuevos no dañan el árbol, pero consumen gran
parte de su energía. La forma más sencilla de controlarlos es cuando el árbol
está rodeado de césped, ya que los renuevos desaparecen al pasar el
cortacésped. Si ése no es el caso, córtelos desde su base arrancando parte del
tejido circundante para evitar que se desarrollen yemas latentes. Si
simplemente los despunta, estimulará su crecimiento. No intente matarlos con
herbicidas porque las raíces del árbol también absorberían el producto.
Algunos portainjertos (especialmente algunos Prunus) acostumbran generar renuevos
desde las raíces, pero peores son los chupones que se forman en el propio
tronco: conviene suprimirlos cuanto antes porque, de lo contrario, podrían
desarrollarse con más fuerza que las ramas de la parte injertada.
Vigile que sus árboles no generen renuevos fuera de
su propiedad; algunas especies son muy invasivas: es el caso de Ailanthus, Robinia y Gleditsia triacanthos (esta última lo es
tanto que en algunos países está prohibido cultivarla).
Reversión
Algunos árboles poseen cultivares variegados de
hojas verdes con manchas o
bordes dorados o plateados. Éstos se generan a
partir de mutaciones naturales del árbol original de hoja verde, y a veces
vuelven a adoptar esa forma. Si aparecen vástagos con follaje verde en un
espécimen variegado, no dude en cortarlos de inmediato. Lo mismo ocurre con
aquellos cultivares que se han escogido porque sus hojas presentan una forma
peculiar; si surgen vástagos con hojas normales, pódelos. Cuando se trata de un
ejemplar maduro, eliminar los brotes revertidos no resulta tan sencillo pero se
ha de hacer porque, aunque no ponen en peligro la salud del árbol, pueden
acabar dominando al resto.
Reforzar
y apuntalar
Las clásicas ramas largas y los árboles inclinados
se han de apuntalar, llegado un momento, para evitar que se rompan. Puede
utilizar postes de madera, de piedra o soportes de metal especialmente
concebidos para estos casos, pero nunca emplee hierro fundido ya que podría
agujerear las ramas. Sea cual sea el tipo de soporte, conviene colocar una
protección para evitar que un ligero movimiento acabe por rasgar la corteza:
una alfombra vieja o un saco bastarán.
El soporte ha de sostener el peso de la rama sin
forzarla hacia arriba, de lo contrario se sometería a una gran tensión el punto
de unión entre la rama y el tronco. Los ejemplares que suelen precisar un
apuntalamiento cuando envejecen son: Cedrus
libani (cedro) Cercis siliquastrum,
Morus (morera) y Catalpa bignonioides.
Cavidades
y troncos huecos
Las cavidades que aparecen en los troncos de los
árboles se producen cuando un trozo de tejido dañado o enfermo se seca y se
cae. Si el espécimen está sano, las cavidades no causan problema alguno. No las
limpie ni las agrande ni las vacíe ni las rellene con materiales artificiales
como el hormigón. Hoy en día se ha descubierto que el agua que queda retenida
en ellas ayuda a prevenir la formación de hongos.
Cuando cae un rayo sobre un tronco, lo mejor es
llamar a un profesional para que calibre la importancia de los daños. De todos
modos, que un árbol presente una cavidad o lo haya dañado un rayo no implica,
necesariamente, que su salud esté en peligro, sobre todo si el tronco es ancho
y corto. Un tronco agujereado puede ser muy robusto puesto que el propio árbol
crea una barrera natural que separa los tejidos dañados de los sanos. Si el
ejemplar es muy grande, es preciso que un profesional compruebe su estado y
determine si merece la pena o no llevar a cabo un desmochado.
Ramas
enmarañadas
A veces nacen ramas enmarañadas que se mezclan con
el resto del follaje. Éstas son alteraciones de los vástagos normales causadas
por la presencia de hongos, insectos o ácaros. No suponen peligro alguno para
el árbol y pueden dejarse tal cual. No obstante, si su presencia afea el
conjunto, como suele ocurrir, no dude en podarlas más allá de la zona afectada,
en la unión con la rama principal.
Poda de
raíces de árboles adultos
Muchos árboles se pueden desarrollar en un
recipiente, siempre y cuando se les riegue y alimente correctamente. Al
reducirse el espacio de desarrollo del sistema de raíces, el espécimen pierde
vigor, lo que permite que se puedan dar en interiores. Para reducir la altura
de un árbol, se suele plantar en un espacio reducido y se le aplica una poda
drástica. A la mayoría de los árboles les desagrada encontrarse aprisionados en
una maceta demasiado pequeña y es posible que precisen una poda de raíces,
sobre todo los arbustos que crecen en macetas.
En los ejemplares plantados en la tierra, la poda de
raíces se realiza clavando
una pala alrededor de ellas. En algunas ocasiones se
recomienda esta clase de poda porque no interesa que el árbol crezca demasiado,
es el caso de muchos frutales. Es importante que emplee el método adecuado y
que corte las raíces que estén alejadas del tronco porque, de lo contrario,
podría desestabilizar el árbol.
Talar
un árbol pequeño
No corte nunca un árbol grande usted solo. De todos
modos, es posible que quiera talar un ejemplar pequeño porque ya no le guste o
porque esté demasiado abandonado y plagado de chupones. Tale el tronco a una
altura de un metro. Para eliminar el tocón puede recurrir a un profesional. Si,
por el contrario, piensa dejarlo córtelo a ras del suelo. Sin embargo, piense
que el tocón se llenará de hongos que pueden afectar al resto de plantas.
Existen productos químicos para matar los tocones; consulte a un especialista
antes de usarlos.
Fuente: Enciclopedia de la
poda
The Royal Horticultural
Society
Muy, pero que muy interesante Fernando.
ResponderEliminarPor aquí hay un dicho con el que no estoy de acuerdo: "más vale una mala poda que ninguna".
Una mala poda, a destiempo o de cualquier forma, puede ser el fin de un árbol.
Mis vecinos mal-podaron una hermosa mimosa (era enorme con unas ramas magníficas)fuera de fecha pues ya estaba metida de lleno la primavera. Desatendieron nuestras recomendaciones!!!
La gran mimosa pasó el verano "como pudo". Sus heridas(no las sellaron) sangraron durante meses y cuando llegó el invierno, comenzó a perder hojas y murió. Una noche de viento y lluvia se vino abajo.
Cayó sobre el porche de la casa ¿¿¿Sería una venganza???
Gracias por tus sabias recomendaciones.
Un abrazo desde El Terrao.
Si vieras las barbaridades que yo veo todos los días con las podas, te dan ganas de coger a los responsables por el cuello. En este país la cultura se limita a ver la televisión. Hasta tienes que dar explicaciones de lo que haces como si lo estuvieras haciendo mal, cuando siempre estas buscando su beneficio y dañarles lo menos posible. Pero la gente no entienden que las plantas y los árboles sufren y que un corte mal echo es una herida abierta como lo podría ser en un Ser Humano......
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