Arte y Jardinería Diseño de Jardines
Ampelopsis, planta trepadora, sus características y cuidados
Emplazamiento y suelo
A pleno sol, contra una pared o en otro soporte robusto, en una marga bien preparada que conserve la humedad. Muy resistente. Tolera hasta -20ºC en invierno.
Tamaño
Puede alcanzar 8 metros, aunque su tamaño real la hace raramente
apta para que sus tallos prendan de sus estructuras de apoyo.
Cuidados
Plántela a pleno sol, para tener la seguridad de obtener los mejores frutos: un muro abrigado, grande y soleado resulta ideal, así como un rincón soleado de una casita de verano. Aunque es una planta de zarcillos, frecuentemente es incapaz de soportar su propio peso cuando madura y se requerirá una plataforma de alambre situada estratégicamente. Cúbrala a finales del otoño y en primavera, con estiércol de hojas o compost para jardín. En primavera abónela ligeramente.
Propagación
Tome esquejes semimaduros de los brotes del año en curso, a
finales del verano y póngalos en una mezcla al cincuenta por ciento de arena y turba, en un medio umbrío o en propagador. Utilice calefacción basal, a 25ºC si el ambiente es frío. Deje que eche raíces durante seis meses. Si arraiga la semilla puede sembrarse en arena o en una mezcla de arena y marga, dentro de recipientes de barro. Déjelas a la intemperie. La germinación irregular debe tardar cerca de seis meses.
Poda
Si necesita una poda ligera, aunque las plantas muy vigorosas pueden ser severamente recortadas a finales del invierno o a comienzos de la primavera, para su regeneración. Una alternativa
será establecer un régimen de poda regular, formando una estructura básica y cortando después todos los brotes laterales, a unos 5 cm de la misma en los inicios de la primavera. Esto será esencial si se tiene un espacio limitado, pero supone el compromiso de un trabajo continuo.
Problemas
Puede sufrir una afección de mildiu en los veranos cálidos y secos.
Variedades recomendadas
La variedad “Elegans” resulta mucho más conocida como planta de
interior y es menos vigorosa; su atractivo reside fundamentalmente en su aspecto abigarrado, entre rosado y blanco. También es mucho menos resistente y constituye un ejemplo clásico de la debilidad de las modalidades abigarradas; si está a la intemperie debe tener la protección de un muro cálido en un área de temperatura benigna. “Citrulloides” posee hojas profundas y estrechamente pentalobuladas.
Fuente: Plantas trepadoras. Stefan Buczacki.
Tursen Hermann Blume Ediciones.
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