ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES
Cuarta parte de especies de cactus
Hylocereus undatus
Tribu de las Céreas - Subtribu de las Hilocerinas.
Etimología: El nombre procede del griego Hýle, bosque, y de Cereus.
Lugar de origen: Se cultiva abundantemente y se encuentra seminaturalizada en todos los países tropicales, a pesar de que se desconoce su verdadero origen.
Descripción: Esta planta se suele conocer con el viejo nombre de Cereus triangularis que De Candolle dio a la especie lineana Cactus triangularis, aunque en la realidad no es la misma especie. Haworth describió Cereus undatus a partir de una planta cultivada en China, posteriormente enviada a Inglaterra, de la que se desconoce su origen, y Britton y Rose crearon un nuevo género dividiendo definitivamente la especie, más cultivada, de la lineana procedente de Jamaica, menor, más espinosa y poco frecuente en cultivo.
Los tallos son largos, trepadores o colgantes, muy ramificados, de unos 7 cm de diámetro; los artículos muestran en general 3 costillas delgadas, prominentes, con el borde ondulado, que presenta un aspecto calloso con la edad. Las aréolas se disponen distanciadas, con 1-3 cortas espinas.
Las flores, nocturnas, miden unos 30 cm, con los segmentos externos de color verde amarillento dispuestos hacia fuera y los internos erguidos y blancos. Los frutos rojos, miden unos 10 cm, y son escamosos y comestibles.
Cultivo: Requiere clima benigno, mucho espacio y apoyo para las raíces aéreas. La multiplicación se hace por esqueje, y pequeños esquejes enraizados se utilizan como portainjerto para otras especies más delicadas.
Lobivia aurea
Tribu de las Céreas - Subtribu Equinocerinas.
Lugar de origen: Argentina central, en la sierra de Córdoba, en la provincia del mismo nombre.
Descripción: Se trata de una pequeña planta de tallo globular o alargado, de hasta 10 cm de alto, con un diámetro de 4-6 cm, que emite numerosos artículos basales y laterales, de color verde oscuro, con surcos bastante profundos entre las costillas. Éstas se disponen en número de 14-15, con el borde agudo y las aréolas pardas en fase juvenil, con una 10 espinas radiales blancas, de 1 cm de longitud, dirigidas hacia fuera y 1-4 espinas centrales más gruesas y de unos 3 cm de longitud, a veces aplanadas, pardas con la extremidad amarilla.
Las flores miden casi 10 cm, los capullos florales están cubiertos por largos pelos sedosos y aparecen lateralmente, en el centro del tallo. El tubo floral es algo curvado, en forma de embudo delgado, de color blanco verdoso con escamas de color verde pálido, rojas en la base, y pelos de tonos blancos y negros.
Los segmentos del perianto, de una anvhura de 8 cm cuando están abiertos, son numerosos, de color amarillo limón, y amarillo intenso en el interior. Existen diversas variedades, entre las que pueden citarse fallax, con el tallo gris verdoso, todas las espinas inicialmente negras y las flores amarillas, que antes de abrirse adoptan una tonalidad rosada.
Cultivo: Se trata de una especie de fácil cultivo, resistente, que requiere exposición a pleno sol y sustrato bastante seco. La multiplicación es fácil, mediante esqueje o vástago basal.
Lobivia boliviensis
Tribu de las Céreas - Subtribu de las Equinocerinas.
Lugar de origen: En el altiplano de Bolivia, cerca de Oruro, en el departamento del mismo nombre.
Descripción: Tallo globular de unos 10 cm de diámetro, que con el tiempo se hace oval y amacolla emitiendo unos 6 vástagos basales, cilíndricos y ligeramente curvados hacia arriba.
La planta posee unas 20 costillas con el margen ondulado a causa de las depresiones situadas entre los tubérculos bajos y alargados, sobre las que aparecen las aréolas distanciadas aproximadamente 1 cm. Cada aréola presenta 6-8 espinas pardas, delgadas, acuminadas y flexibles, de hasta 9 cm de longitud, entre las que apenas pueden diferenciarse radiales y centrales.
Las flores son rojas. Es posible que en esta especie deban incluirse algunas de las numerosas variedades atribuidas a Lobivia pentlandii, en especial las que presentan un nombre de origen hortícola sin tratarse de híbridos y sin que hayan sido suficientemente estudiados. Una señal de reconocimiento puede ser el hecho de que esta especie presenta una raíz gruesa y carnosa en lugar de las raíces fibrosas de las restantes especies.
Cultivo: Resulta difícil encontrar la especie tipo, ya que en general es una planta que no resiste este tipo de condiciones, debido sin duda a que requiere un ambiente más bien fresco incluso en verano. La multiplicación a partir de vástagos de viejos ejemplares debe dar lugar a plantas con una mayor adaptación al ambiente.
Lobivia cinnabarina
Tribu de las Céreas - Subtribu de las Equinocerinas.
Lugar de origen: Andes bolivianos, en el departamento de Cochabamba, cerca de Punata y el río Chaparé, a unos 3400 metros de altitud.
Descripción: El nombre de la especie, asignado por Hooker a un Echinocactus, procede del griego kinnábari, cinabrio, colorante rojo bermellón que se extrae del sulfuro de mercurio y al que los antiguos denominaban también "sangre de dragón" ya que pensaban procedía de la sangre de los dragones muertos por los elefantes; las flores efectivamente, son rojas.
La planta es esférica, de aproximadamente 15 cm de diámetro, deprimida en la extremidad; con la edad se hace ligeramente cilíndrica y puede emitir vástagos basales, con tubérculos sobresalientes entre los que aparecen las aréolas, que poseen 10-14 espinas radiales de 1 cm de longitud, dirigidas hacia fuera, y 2-5 espinas centrales más robustas y largas. todas son más o menos curvadas, de un tono que de pardo pasa a grisáceo.
Las flores, de color rojo, más o menos carmín, son acampanadas, de unos 3 cm de longitud y 4 cm de anchura, y muestran un tubo corto, verde y escamoso; permanecen abiertas durante dos días. Existió una verdadera confusión sobre esta especie, que se perdió después de su descubrimiento, y fue redescubierta por Cárdenas en una forma de flores más pequeñas que las de la descripción original. Backeberg llama a esta última Lobivia neocinnabarina.
Cultivo: Resistente al frío, pero no soporta los intensos calores estivales. La multiplicación se realiza a través de semillas u, ocasionalmente, por esqueje.
Fuente: Cactus. Mariella Pizzetti. Editorial Grijalbo
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