Algunas plantas perennes poseen unas flores o un follaje tan
llamativo que merecen ser plantadas solas, en un lugar en el que sean
protagonistas. Un pequeño arriate rodeado de pavimento o gravilla resulta ideal
para destacar un ejemplar; sin embargo, siempre es mejor colocarlo en un grupo
para lograr un efecto más espectacular. Si desea mantener el mismo aspecto
durante todo el año, escoja plantas perennes.
Acanthus
spinosus
Los exuberantes grupos de hojas verde oscuro
presentan dientes espinosos. En verano, la planta da espinosas espiras de
flores blancas y malvas. Se expande de forma espontánea con el suelo apropiado.
Mide hasta 1,2 m de alto y 1,1 m de ancho.
Esta perennifolia suculenta prefiere los lugares
cálidos. Consta de enormes grupos de hojas acabadas en espina, como las yucas.
Las flores son tubulares y nacen en verano: aparecen sobre tallos de color
rojo. Mide hasta 2 m de alto y 3 m de ancho.
El atractivo entresijo de hojas con el margen
ondulado casi desaparece de la vista cuando, en verano, brota una nube de
florecillas blancas muy olorosas. Es preferible plantarla en suelos con un buen
drenaje. Mide hasta 2 m de alto y 1,5 m de ancho.
Cortaderia
selloana ‘Sunnigdale Silver’
Gramínea ornamental muy conocida. A finales de
verano, desarrolla sedosos penachos de espiguillas de color blanco cremoso. Sus
hojas, afiladas y perennes, deben manipularse con cuidado. Mide hasta 2,5 m de
alto y 1,5 m de ancho.
Chusquea
culeou
Se trata de un bambú muy vigoroso, con hojas
perennes brillantes. Los enormes grupos de cañas verdes con vainas claras crean
un efecto de franjas sorprendente. Con el tiempo genera colonias. Mide hasta 5
m de alto y 2,5 m de ancho.
Cynara
cardunculus
Esta planta perenne de hermosas hojas gris verdosas
es tan espectacular como su pariente ‘Globe Artichoke’. Las flores, que salen
en verano, se parecen a las del cardo y presentan brácteas espinosas. Mide hasta
2 m de alto y 1,4 m de ancho.
Esta perenne resulta excelente para decorar orillas,
ya que prefiere los suelos húmedos y fértiles. Sus grandes hojas se yerguen
sobre una corona velluda que necesita protección cuando el invierno es muy
frío. Mide hasta 2,2 m de alto y 2,2 m de ancho.
Ideal para plantar en una orillas. Sus hojas, sobre
tallos, están divididas en foliolos de color bronce al nacer; con el tiempo se
tornan verdes. Las flores crecen en olorosos penachos a mediados de verano.
Mide hasta 1,2 m de alto y 1 m de ancho.
Miembro de la familia del jengibre, esta planta
cuenta con exóticas hojas sagitadas; produce unas espigas de flores muy
olorosas a finales de verano. Resulta ideal para suelos húmedos y bien
drenados. Mide hasta 1,5 m de alto y 75 cm de ancho.
Esta robusta perenne de pilosos tallos erectos y
hojas llamativas suele precisar algún tipo de soporte. El capítulo floral
amarillo, parecido al de una margarita, sale a finales del otoño. Mide hasta 2
m de alto y 1,1 m de ancho.
Rheum
palmatum ‘Atrosanguineum’
El mayor atractivo decorativo de esta planta son sus
vigorosas hojas lobuladas. A principios del verano, las hojas pierden
protagonismo debido a la presencia de unas inflorescencias de flores carmesí.
Mide hasta 2 m de alto y 2 m de ancho.
Esta gramínea ornamental presenta grupos de hojas
muy estrechas y unas espiguillas doradas con aristas en verano. Las cáscaras (o
cubiertas) de las semillas blanqueadas por el sol son otro de sus encantos.
Mide hasta 1, 7 m de alto y 1,4 m de ancho.
Fuente: Qué planta en qué
lugar
Roy Lancaster
Editorial: Blume
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