ARTE Y JARDINERÍA DISEÑO DE JARDINES
MODELOS DE SUELOS. USO DE LA CURVA
El centro del diseño de jardines está relacionado
con los modelos de suelo, y los espacios se basan en el entendimiento de una
geometría simple.
Podemos lograr este objetivo de distintas formas. La
inspiración nos puede llegar a través de disciplinas diferentes – el collage,
la pintura abstracta, la arquitectura, el mobiliario, las alfombras persas, los
textiles o el embalaje, por ejemplo. Los arquitectos paisajistas contemporáneos
se inspiran en el trabajo de los pintores como Mondrian, o arquitectos modernistas
como Le Corbusier, para obtener ideas. Éstos, a su vez, recibieron las
influencias de la antigua Grecia y los artistas del Renacimiento, cuyo trabajo
se inspiraba en ideas abstractas de belleza expresadas en la geometría y el
principio de la ‘sección áurea’. En términos sencillos, esta última es la
postura más ‘cómoda’ con la cual uno divide, de forma natural, la longitud de
una línea recta o rectángulo en casi sus dos terceras partes y no, como cabría
esperar, por la mitad.
Manteniendo modelos relativamente frágiles y
‘arquitectónicos’ cerca de la
casa, más difuminados a medida que nos alejamos
de ella conseguirá una progresión lógica de formas, creando una sensación de
espacio. Puede obtener un modelo
fascinante que sirva de nexo de unión natural con la forma del edificio
mediante formas rectangulares cerca de la casa, que constituyan una serie de
modelos solapados basados en la sección áurea, con macizos elevados, un
estanque, asientos incorporados al jardín y plantas que suavicen las líneas.
En las zonas medianas y las más alejadas del jardín,
es posible difuminar estos modelos. Las curvas constituyen una de las
herramientas más importantes del diseñador, ya que permiten la unión entre los
diferentes elementos, senderos y líneas del jardín. pero deben basarse en
radios geométricos, no en formas irregulares conseguidas mediante una tubería
curvada colocada en el suelo. Una nos proporcionará un diseño fuerte y
positivo; la otra, líneas quebradizas que desaparecerán bajo las plantas.
Es posible obtener un diseño curvilíneo con la ayuda
de un par de compases, de manera que una forma fluya suavemente hacia la otra.
Sobre el terreno, es posible reproducir esto utilizando una línea unida a una
chaveta metálica o una caña, señalando el arco sobre la arena.
Recuerde que primero debe hacer un boceto y que
logrará un buen diseño al incluir la plantación, mientras que un diseño simple
parecerá un caos. Recuerde, también, la diferencia visual entre las formas
dibujadas en el plano y las que realmente tenemos sobre el terreno. Se verá
volando como un pájaro sobre el plano. Cuando las mismas formas – y en
particular las curvas – se ven a nivel del ojo, parecen más bruscas y lisas.
Una buena solución es intentar mantener el plano a nivel del ojo y echar un
vistazo sobre él.
Los jardines formales, otra vez de moda (pero que no
siempre resultan los más adecuados), se basan en modelos simétricos, con una
parte del jardín igual a otra, como si se reflejaran en un espejo. Una vez
sobre el terreno, en un eje central con agrupaciones de plantas que aumentan la
geometría de la composición, los jardines formales pueden servirnos para
reforzar el estilo arquitectónico de un edificio y proporcionar un nexo de
unión entre la casa y el paisaje.
En un jardín de proporciones mayores podemos
encontrar que las diferentes
partes que componen el jardín formal hayan sido
ampliamente desarrolladas, pero también resultan efectivas en jardines más
pequeños, tradicionalmente, fueron diseñadas con la intención de ser vistas
desde un nivel más alto. Pero tienden a ser piezas que se unen de manera
incómoda con la arquitectura contemporánea, y no siempre se adaptan al ajetrdo
estilo de vida moderno.
Los jardines informales dependen de diseños
asimétricos. En este caso, en lugar de imágenes virtuales, debe imaginar dos
elementos con desigual importancia sobre una balanza. Para lograr el
equilibrio, el de mayor peso debe colocarse cerca del soporte, y el más ligero,
lejos. En términos de diseño de jardines, esto significa que la importancia o efecto
visual de un elemento debe estar en equilibrio con el de otro más grande o más
pequeño, de forma que se consiga un equilibrio de la composición global.
Por ejemplo, puede resultar necesario equilibrar una
roca del jardín con un grupo de árboles en otra zona del mismo y con las
plantas que se hallan alrededor; podemos colocar de forma efectiva un estanque
o piscina cerca de un elemento divisorio en el que crezcan trepadoras. La
escala de estos elementos estará en equilibrio con los restantes en términos
visuales, dependiendo de su distancia y tamaño.
Existe una tendencia cada vez más acusada a crear
una total informalidad en el jardín, lo que a menudo favorece el desarrollo y
planificación de la vida silvestre y las composiciones ‘ecológicas’. Aunque estas
zonas deberían tener un aspecto lo más natural posible, necesitan al menos
tanta atención al planificarlas como los diseños formales o asimétricos. Las
áreas de flores silvestres o con arbustos densos proporcionarán el hábitat
ideal para la vida salvaje, pero pueden tener un aspecto descuidado. Intente
mantener una zona de formalidad alrededor de la casa, incrementando la
informalidad a medida que se aleje de ella. Asegúrese de mantener un equilibrio
en las zonas con densa vegetación y un fácil acceso mediante senderos, de forma
que el conjunto funcione como una unidad cohesionada.
Si desea disponer de espacios de trabajo dentro del
jardín, utilice modelos de este tipo, alrededor de los cuales pueda desarrollar
la base global del diseño del jardín, de modo que sean en último término más
importantes los espacios creados por los modelos que los modelos en sí.
Fuente: Enciclopedia del
Jardín
David Stevens – Ursula
Buchan
Editorial Blume
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