Rumbo al éxito de un jardín
Hay ciertos principios
intrínsecos que uno necesita entender para captar exitosamente el espíritu del
jardín japonés. Y más importante, la naturaleza es el ideal que debe buscar.
Puede idealizarlo, incluso simbolizarlo, pero nunca debe crear algo que la
misma naturaleza no puede.
Por ejemplo, nunca
encontrará una laguna cuadrada en una zona silvestre, así que no ponga una así
en su jardín. Podemos usar ciertamente una cascada, pero no una fuente. Otro
punto clave a recordar es el equilibrio, o sumi. Siempre hay que estar tratando
de crear un “gran” paisaje, incluso en el más pequeño de los espacios. Las
rocas pueden representar montañas completas, las piscinas se convierten en
lagunas. Un montón de arena rastrillada se puede convertir en un océano entero.
La frase “menos es más” fue seguramente dicha por primera vez por un maestro
japonés de la jardinería.
Puente para jardín
Un puente de cedro
queda como un perfecto realce sobre una pequeña
quebrada, a la vez que queda bien como un lugar para meditar sobre un río de grava al estilo japonés, o como toque decorativo sobre un pasaje a través de un mar de plantas.
quebrada, a la vez que queda bien como un lugar para meditar sobre un río de grava al estilo japonés, o como toque decorativo sobre un pasaje a través de un mar de plantas.
Los elementos de tiempo y espacio
Una de las primeras
cosas que llaman la atención de ojos occidentales al ver un jardín japonés es
el “vacío” de porciones en el jardín. Esto es inquietante para jardineros
acostumbrados a llenar cada espacio del jardín con un amotinamiento de color,
pero es el elemento clave en el diseño de jardines japoneses. Este espacio, o
ma, define los elementos alrededor de él, y es asimismo definido por los
elementos alrededor de él. Es el verdadero espíritu de in y yo, que muchos de
nosotros conocemos con las palabras chinas yin y yang. Sin la nada no se puede
tener algo. Este es un punto difícil de entender, pero es el principio central
de la jardinería japonesa.
Otro punto clave a
considerar es el concepto de wabi y sabi. Como para muchas palabras japonesas,
no hay traducción. Wabi denota algo único, o el espíritu de algo; lo más cerca
que podemos llegar de una traducción literal es “solitario”. Sabi define tiempo
o la imagen ideal de algo; la definición más cercana puede ser “pátina”.
Mientras un farol de cemento puede ser único, le falta la imagen ideal. Una roca
puede ser vieja y cubierta con líquenes, pero si solo es un canto rodado no
tiene wabi. Debemos luchar para encontrar equilibrio.
Ambos conceptos de ma y
wabi/sabi tienen que ver con tiempo y espacio. Donde el jardín es nuestro espacio,
el tiempo es hábilmente presentado por las estaciones cambiantes. A diferencia
del jardinero occidental (quien abandona el jardín desde el otoño y no vuelve a
aparecer hasta la primavera) el jardinero japonés es devoto en visitas y
aprecia el jardín en todas las estaciones.
En primavera uno se
deleita en el verde brillante de los nuevos capullos y las flores de las
azaleas. En verano uno puede apreciar los contrastes del exuberante follaje
pintado sobre las frescas sombras y el salpicado de koi en la lagunita. El
otoño arranca con los colores brillantes de las hojas moribundas
mientras caen en el silencio mortal del invierno, el jardín enterrado bajo un velo de nieve.
mientras caen en el silencio mortal del invierno, el jardín enterrado bajo un velo de nieve.
En Japón, los inviernos
son una estación para dedicarla al jardín tanto como lo es la primavera. Los
japoneses se refieren a las pilas de nieve en las ramas de los árboles como
sekku, o florecimientos de invierno, y hay un farol conocido como yukimi que es
nombrado el farol para visualizar la nieve. Incluso, esta estación, que representa
la muerte del jardín, es vital para el jardinero japonés, mientras el jardinero
occidental se enfurruña hasta la primavera. Quizás se trata de la aceptación
oriental de la muerte como un componente necesario del ciclo de vida (¿o es el
miedo del occidental a la muerte?) que separa a los dos jardineros.
Encierros en jardines
Otro concepto inherente
a cada jardín japonés es el encierro. Como notamos, el jardín pretende
convertirse en un microcosmos de la naturaleza. Para que le
jardín sea un verdadero refugio primero debemos sellarlo del mundo externo. Una vez encerrado, debemos crear un método (y un estado mental) para entrar y salir de nuestro microcosmos. Cercas y puentes son tan importantes para el jardín japonés como los faroles y arces.
jardín sea un verdadero refugio primero debemos sellarlo del mundo externo. Una vez encerrado, debemos crear un método (y un estado mental) para entrar y salir de nuestro microcosmos. Cercas y puentes son tan importantes para el jardín japonés como los faroles y arces.
Como con la mayoría de
cosas asociadas con el jardín, la cerca y puentes tienen gran significado
simbólico, así como una función específica. Nos anima a que veamos el jardín
como un mundo separado en el que no tenemos preocupaciones. La cerca nos aísla
del mundo externo y el puente es el umbral en donde así como descargamos nuestras
preocupaciones mundanas a la vez nos preparamos para enfrentar el mundo una vez
más.
La cerca es también una
herramienta para realzar otro concepto,
miegakure, o esconde y
revela. Muchos de los estilos de cercas ofrecen la mera pantalla visual, y
serán suplementados con plantaciones pantalla, ofreciendo sólo pistas fantasmas
del jardín que está atrás. Algunas veces, un diseñador
cortará una pequeña ventana en una pared sólida para presentar un peatón en un tentador vistazo de lo que está atrás. Puede estar seguro que sólo verá una tajada fina de lo que hay atrás. Incluso si entramos a la casa para ver el jardín nos podríamos encontrar con sode-gaki, o cercas con mangas. Esta es una cerca que se adjunta a la estructura arquitectónica, ya sea una casa u otra cerca, para dar la pantalla de otra vista específica. Para ver el jardín como un todo uno debe entrar en él y volverse uno con él. Este es el paso final para la verdadera apreciación del jardín, perderse en él hasta que el tiempo y uno mismo no tengan significado.
cortará una pequeña ventana en una pared sólida para presentar un peatón en un tentador vistazo de lo que está atrás. Puede estar seguro que sólo verá una tajada fina de lo que hay atrás. Incluso si entramos a la casa para ver el jardín nos podríamos encontrar con sode-gaki, o cercas con mangas. Esta es una cerca que se adjunta a la estructura arquitectónica, ya sea una casa u otra cerca, para dar la pantalla de otra vista específica. Para ver el jardín como un todo uno debe entrar en él y volverse uno con él. Este es el paso final para la verdadera apreciación del jardín, perderse en él hasta que el tiempo y uno mismo no tengan significado.
Los diseños básicos
El jardín japonés no es
realmente un tipo singular a pesar del hecho que ciertas reglas aplican para
todo jardín. Los jardines difieren por su ubicación y uso. Hay tres estilos
básicos.
El jardín colina y
laguna es el estilo básico traído de China. Una laguna enfrenta una colina (o
colinas). La laguna puede ser una verdadera laguna o puede ser representada por
grava rastrillada. Este estilo siempre denota un área de montaña y usualmente
usa plantas indígenas de las montañas. Los jardines para paseo siempre son del
tipo colina y laguna.
Jardín plano (Hiraniwa)
El estilo plano se
deriva del uso de espacios abiertos y planos en frente de
templos y palacios para ceremonias. Son usualmente hechos al estilo karesansui. Este es un estilo muy Zen (bueno para contemplación) y es representativo del área de la orilla del mar (usando las plantas apropiadas). Los patios tipo cortesanos siempre son jardines de estilo plano.
templos y palacios para ceremonias. Son usualmente hechos al estilo karesansui. Este es un estilo muy Zen (bueno para contemplación) y es representativo del área de la orilla del mar (usando las plantas apropiadas). Los patios tipo cortesanos siempre son jardines de estilo plano.
Jardines de té (Rojiniwa)
El diseño del jardín de
té es la única ocasión en que la función invalida la forma. El Roji (el pasaje
cubierto de rocío) es el enfoque del jardín junto con la palangana de agua y
los puentes. Esta es la excepción a la regla. Las plantaciones deben ser
simples a tal punto de ser esparcidas y escasas. Siempre busque una sensación
rústica.
La formalidad también
es una consideración de diseño. Otra consideración es la formalidad del jardín.
Colina y laguna y estilos planos pueden ser shin (formales), gyo (intermedios)
o so (informales). Los estilos formales se encontraron mayormente en templos o
palacios, los intermedios eran apropiados para residencias, y los informales
eran relegados a chozas de campesinos y refugios de montaña. El jardín de té es
siempre el estilo informal.
Componentes del jardín Roca (Ishi)
Las rocas son los
huesos del jardín japonés. Si ha distribuido apropiadamente las rocas en el
jardín, el resto se distribuirá por sí mismo. El Sakuteiki distribuye cientos
de agrupaciones de piedras específicas, cada cual con un significado especial.
Esto no tiene mucha importancia hoy. Es más importante para nuestros propósitos
conocer las piedras básicas y algunas de las reglas generales para distribución
de piedras.
Las piedras básicas son
de alta vertical, la baja vertical, la arqueada, la
reclinada y la horizontal. Son usualmente puestas en triadas, pero no es siempre el caso. Dos piedras similares (por ej. dos altas verticales o dos reclinadas), una un poco más pequeña que la otra, pueden ser puestas juntas como macho y hembra, pero usualmente las usamos en tres, cincos y sietes.
reclinada y la horizontal. Son usualmente puestas en triadas, pero no es siempre el caso. Dos piedras similares (por ej. dos altas verticales o dos reclinadas), una un poco más pequeña que la otra, pueden ser puestas juntas como macho y hembra, pero usualmente las usamos en tres, cincos y sietes.
Debemos evitar las Tres
Malas Piedras. Son la Piedra Enferma (con la parte de arriba podrida o
deformada), la Piedra Muerta (una piedra que es de obvio uso vertical usada
como horizontal, o viceversa, como levantar un cadáver), y la Piedra Indigente
(una que no esté relacionada con otras piedras en el jardín). Use sólo una
piedra de cada uno de los grupos básicos en cualquier agrupación (el resto que
sean piedras más pequeñas e insignificantes conocidas como piedras para
botarse). Las piedras pueden ser usadas como esculturas, puestas contra un
fondo de manera bidimensional, o pueden ser provistas de función como gradas o
puentes.
Cuando las use como
graditas deben quedar entre una y tres pulgadas sobre el suelo, sin embargo
deben estar sólidas de abajo, como arraigadas al suelo. Pueden ser puestas en
líneas rectas, hacia un lado para el pie derecho y para el izquierdo (conocido
como chidori o chorlito, el camino que dejan tras de sí los pájaros), o pueden
agruparse en dos, tres, cuatros o cincos (y de allí cualquier combinación).
El pasaje es simbólico
del camino por la vida, e incluso piedras específicas en el pasaje pueden tener
significado. Una piedra mucho más ancha puesta en el camino nos dice que hay
que poner dos pies aquí, obligándonos a parar para dar un vistazo. Hay muchas
otras piedras para lugares específicos, muy numerosas para mencionarlas. Si
observamos los principios básicos de diseño podemos capturar el verdadero
espíritu del jardín japonés, y el jardín se revelará a nosotros.
Agua (Mizu):
Japón es una
isla-nación bendecida con abundante lluvia. Por eso no es sorprendente que el
agua sea parte intrínseca de cada jardín. Incluso en el jardín karesansui la
grava rastrillada representa agua. Piedras planas de río, dispuestas muy
juntas, simbolizan una corriente. En el jardín de té, vacío de
corriente o laguna, el agua juega el papel más importante ya que uno debe realizar el ritual de lavado en la chozubachi, o palangana de agua. Mientras el agua llena o vacía, shishi-odoki, el toque del bambú sobre roca ayuda a marcar el paso del tiempo.
corriente o laguna, el agua juega el papel más importante ya que uno debe realizar el ritual de lavado en la chozubachi, o palangana de agua. Mientras el agua llena o vacía, shishi-odoki, el toque del bambú sobre roca ayuda a marcar el paso del tiempo.
Este es el significado
más profundo del agua en el jardín japonés. La vista y sonido de su inexorable
flujo están allí para recordarnos el incansable paso del tiempo. Un puente
cruza el agua frecuentemente. Como los pasajes, los puentes denotan un viaje.
La palabra para puente, hashi, también es la palabra para borde. Los puentes
simbolizan el pasar de un mundo a otro, un tema recurrente en el arte japonés.
Plantaciones (Shokobutsu)
Mientras las plantas
juegan un papel secundario a las rocas en el jardín, son una preocupación
primaria en el diseño. Mientras las piedras representan
permanencia inerte, los árboles, arbustos y perennes ayudan a exhibir le paso de las estaciones. Los estilos de los jardines más antiguos usaron plantas para conjurar connotaciones poéticas o para corregir geomancias inadecuadas, pero esto tiene poco significado hoy.
permanencia inerte, los árboles, arbustos y perennes ayudan a exhibir le paso de las estaciones. Los estilos de los jardines más antiguos usaron plantas para conjurar connotaciones poéticas o para corregir geomancias inadecuadas, pero esto tiene poco significado hoy.
Mientras la influencia
Zen obscurecía el estilo Heian, las perennes y gramas se dejaron de usar. La
tradición ha limitado la paleta a una corta lista de plantas, pero en Japón
moderno los diseñadores están nuevamente ampliando el espectro de materiales a
usar. Es importante notar que las plantas nativas son usadas en el jardín; es
de mal gusto usar plantas espectacularmente exóticas.
Mientras ciertos
árboles y arbustos inmediatamente nos conjuran el jardín japonés (pinos, bambú,
arces, cerezos, etc.), nos debemos permitir la latitud de usar plantas que
encontramos agradables. Si nos apoyamos en las perennes verdes como el tema
principal en el rubro plantas y las acentuamos con un material de hoja caduca
que provea flores de estación o color con su follaje podemos conseguir la
apariencia del jardín japonés.
Adornos (Tenkebutsu)
Cuando un occidental
piensa en un jardín japonés, lo primero que salta a la mente es un farol de
piedra. Si bien esto puede ser un detalle escultural maravilloso no es realmente
un elemento necesario del jardín. Es muy importante recordar que el adorno
sirve al jardín y no al revés. Faroles, estupas
y palanganas deben ser usadas como realces arquitectónicos y cuando sean puntos de interés visual necesarios para el diseño completo.
y palanganas deben ser usadas como realces arquitectónicos y cuando sean puntos de interés visual necesarios para el diseño completo.
Con eso dicho, no hay
mejor manera de presentar su jardín en sociedad que con un farol bien puesto.
Hay tres estilos básicos (con muchas variaciones). El estilo de farol Kasuga es
uno muy formal y derecho con base de piedra. La base es lo que lo distingue del
estilo Oribe, donde se hunde el pedestal en la tierra. El estilo final es
Yukimi o farol para visualizar la nieve que se pone sobre piernas cortas en lugar
de pedestal. Considere la formalidad de su jardín. Mientras menos formal sea,
menos formales deben ser los faroles o adornos.
Escenario prestado (Shakkei)
No siempre es posible,
pero elementos externos pueden a veces incluirse en el jardín. Era considerado
de muy buen gusto elaborar una montaña distante en su diseño, enmarcarla con
piedras y plantas apropiadamente en el jardín. Hay cuatro tipos de escenarios
prestados.
· Lejano – la
montaña distante
· Cercano
– un árbol fuera de la cerca
· Alto – sobre
la cerca
· Bajo – visto
bajo la cerca o a través de una ventana en la cerca
Mientras esto puede
contradecir nuestro sentido de encierro, es un recordatorio de la interconexión
de todas las cosas.
El sentimiento por su jardín
El jardín japonés es un
lugar de sutilezas, un lugar de contradicciones e imperativos. Las reglas son
establecidas como absolutas y luego rotas por otra regla. Visto desde el punto
de vista Zen tiene sentido; el koan “si conoce a Buda en el camino, debe matarlo”
nos dice que no debemos aferrarnos ciegamente a las reglas.
Si hemos hecho lo mejor
para presentar el espíritu del jardín japonés, entonces
adherirse a tradiciones de dos mil años de antigüedad tendrá poco significado de una u otra forma. Sería tonto como occidentales modernos tratar de crear un jardín de santos budistas. Podemos memorizar la distribución correcta de las piedras, pero este estilo no es más practicado en Japón ni en los Estados Unidos porque no tiene significado para nosotros en el mundo moderno.
adherirse a tradiciones de dos mil años de antigüedad tendrá poco significado de una u otra forma. Sería tonto como occidentales modernos tratar de crear un jardín de santos budistas. Podemos memorizar la distribución correcta de las piedras, pero este estilo no es más practicado en Japón ni en los Estados Unidos porque no tiene significado para nosotros en el mundo moderno.
En su lugar veamos
algunas cosas que tienen significado para nosotros e incorporémoslas al jardín.
Si seguimos las Tres Reglas del Jardín no nos equivocaremos:
· Primera
Ley
El diseño debe acoplarse al sitio, no al revés.
· Segunda
Ley
Ponga bien las piedras, luego los árboles y luego los arbustos.
· Tercera
Ley
Familiarícese con las
leyes de shin, gyo y so. Esto ayuda a dar el ánimo correcto.
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